(AFP). Con palmas y cautela. Así reaccionaban en Bogotá al anuncio del presidente Juan Manuel Santos y el jefe de las , Timoleón Jiménez, de la , así como de un pacto sobre justicia. 

No obstante, algunos consideran que todavía es muy pronto para cantar victoria.

"Llevamos muchos años anhelando la paz, pero esto hasta ver no creer porque realmente estos señores de la guerrilla nos han estado engañando por muchas década", opina Luis Castelblanco, ciudadano colombiano.

Y es que el camino que queda por delante no será fácil, tanto el gobierno de como las FARC tienen que pactar todavía puntos difíciles antes de la firma de un acuerdo final a más tardar el 23 de marzo de 2016

Aun así analistas resaltan la importancia de este paso.

"Creo que la importancia de este acuerdo no debe ser ignorado, creo que llevará a un proceso de aceleración en las negociaciones, veremos una aceleración de las negociaciones en el resto de temas de la agenda, que son muy complicadas, técnicamente complicadas y muy controvertidas políticamente", Christian Voelkel, analista en International Crisis Group. 

Todavía queda por discutir el asunto de la reparación a las víctimas, que incluye el tema de la justicia, mientras una subcomisión conjunta prepara planes para un cese al fuego definitivo. 

Por el momento, la fiscalía de Colombia anunció la suspensión de las imputaciones contra miembros de la cúpula de las FARC, para adecuarse al acuerdo de justicia alcanzado en Cuba con esta guerrilla, en el marco del proceso de paz. 

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