A pesar de que le avisaron 72 horas antes que tenía que volar a Polonia, la noticia no la agarró de sorpresa. A finales del año pasado, cuando la guerra entre Rusia y Ucrania ni se esbozaba, Estefanía Azaña postuló a los Equipos de Respuesta de Emergencia de la Agencia de la ONU para los Refugiados. La capacitaron y quedó a disposición.