El náufrago José Salvador Alvarenga, que sobrevivió más de un año en el océano a bordo de una pequeña lancha, llegó este martes a El Salvador, su país natal.
El pescador de 37 años, quien dijo haberse alimentado de carne de tortuga, peces y aves, es oriundo del pueblo costero La Garita Palmera, 118 kilómetros al suroeste de San Salvador.
Hace 15 años emigró a México en ruta a Estados Unidos en pos de trabajo, pero se quedó en Chocohuital, Chiapas.
2012:
Diciembre:
Zarpó de Chocohuital en una embarcación de fibra de vidrio de 7 metros de eslora, para pescar tiburones. Partió con un compañero, Ezequiel Córdoba, de 24 años. Se descompuso el motor del bote, logrando dar aviso. Aeronaves y lanchas los buscan por dos semanas.
2014:
30 de enero:
Es rescatado por dos habitantes del lejano arrecife Ebon de las Islas Marshall, Micronesia, a 12.500 km de México, donde recibe primeros auxilios. Luce demacrado, con pelo largo y barba espesa, las rodillas lastimadas y vestía solo unos calzoncillos arrancados.
31 de enero:
Una lancha patrullera de la Armada del archipiélago llegó al atolón para trasladarlo a Majuro, capital de las Islas Marshall. Allí cuenta que Ezequiel murió por inanición cuatro meses después de zarpar y que lanzó su cadáver al mar.
2 de febrero:
Se comunica por primera vez a través de un radio con una persona que habla español, a quien le cuenta su historia y le dice que está desesperado, confundido y que desea regresar a México. Llega a Majuro, donde fue recibido por unos 1.000 espectadores. Su foto da la vuelta al mundo.
3 de febrero:
Ingresa al hospital de Majuro y es interrogado por la policía. Se creía que era mexicano pero confirma que es salvadoreño. México se pone en contacto con El Salvador para ayudarlo en asistencia y protección consular. El Gobierno Salvadoreño inicia gestiones para repatriarlo e informa a los padres de Alvarenga que está vivo.
4 de febrero:
El náufrago se comunica por primera vez con sus padres por teléfono. Es dado de alta del hospital. Relata a la AFP su odisea y confiesa que hubo momentos en que pensó en matarse cuando no había comida, ni agua y que creyó que iba a volverse loco. Pescadores de Chocohuital reconocen que es Alvarenga.
5 de febrero:
Es trasladado a un hotel de Majuro donde le afeitan la tupida barba y el cabello. Algunos expertos en supervivencia cuestionan su historia al hallarlo en "muy buen estado" para haber estado en alta mar durante más de un año.
6 de febrero:
Atrasan la repatriación por problemas de salud. Es ingresado por segunda vez al hospital con dolores de espalda e inflamación en los pies.
7 de febrero:
Los médicos le dan de alta. Ofrece su primera conferencia de prensa en la que luce más debilitado. El náufrago y su familia piden -a través de la cancillería salvadoreña- que respeten su privacidad.
8 de febrero:
Franklyn House, médico estadounidense retirado que trabaja con un grupo misionero en Islas Marshall, dice que Alvarenga parece sufrir estrés postraumático.
9 de febrero:
Espera recluido en un hotel de Majuro, protegido por escoltas, el vuelo de regreso a El Salvador.
10 de febrero:
Abandona las Islas Marshall y hace escala en Hawai.
11 de febrero:
Hace escala en Los Angeles (EEUU). Es revisado por médicos y continúa su viaje. En la noche llega a El Salvador.