Indignación ha causado entre los mexicanos la fotografía que divulgó en Twitter el estilista Alfonso Waithsman, que trabaja para la primera dama de México Angélica Rivera, en la que anuncia alegremente su viaje a China junto a la pareja presidencial, en medio del creciente descontento de la población por la desaparición de 43 estudiantes.
El maquillista dela Gaviota @waithsman muy contento porque se va a China.Qué país tenemos #AyotzinapaCrimenDeEstado pic.twitter.com/CC0zjTFGUc
— Sanjuana Martínez (@SanjuanaMtz) noviembre 9, 2014
Waithsman borró su tuit poco tiempo después de ser publicado, pero no pudo evitar el escándalo porque este ya había sido compartido.
“Amigos me desconecto unos días de las redes sociales porque me voy a China que emoción. Nos vemos en una semana y documento los momentos”, escribió también en su cuenta de Facebook el mediático maquillador Alfonso Waithsman, quien acompañó al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, al Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico, que s ecelebra en Bejing.
(Foto: Twitter)
La población mexicana criticó duramente el viaje de Peña Nieto en un momento tan crítico para el país mexicano. La crisis recrudeció después de que la fiscalía del país azteca dejara ver el último viernes que los jóvenes desaparecidos en Iguala habrían sido masacrados.
Este nuevo escándalo se suma al generado por la divulgación de que la primera dama compró una mansión de lujo a una firma vinculada con el consorcio elegido para construir el primer tren de alta velocidad de México.
CONTINÚAN LAS PROTESTAS
Hoy, manifestantes y familiares de los 43 estudiantes desaparecidos cerraron el aeropuerto del enclave turístico de Acapulco para protestar porque sigue sin conocerse el paradero de los jóvenes.
Del caso que ha indignado al país azteca se sabe que la policía actuó bajo órdenes del alcalde de Iguala en coordinación con un grupo de narcos, abrió fuego contra un grupo de estudiantes normalistas que habían ido a la ciudad a recaudar dinero tras apropiarse de algunos autobuses el pasado 26 de septiembre.
Seis personas murieron en dos ataques distintos de la policía, tres transeúntes y tres estudiantes.
Los 43 alumnos restantes fueron detenidos por la policía y llevados a la estación policial de Iguala. Allí los policías se los entregaron a los narcotraficantes, que los llevaron al basurero municipal, donde les dispararon y prendieron fuego, según las últimas informaciones.
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