La ciudad de Masaya, 30 km al sureste de Managua y de 100.000 habitantes, se declaró el lunes en rebeldía para exigir que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo abandonen el poder. (Foto: Reuters)
La ciudad de Masaya, 30 km al sureste de Managua y de 100.000 habitantes, se declaró el lunes en rebeldía para exigir que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo abandonen el poder. (Foto: Reuters)
Redacción EC

Masaya. Un ataque perpetrado por las fuerzas "combinadas" del Gobierno de  en la ciudad de , declarada por sus pobladores en rebeldía, dejó al menos 3 muertos y 30 heridos, informó hoy la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).

"Fue un ataque desmedido de fuerzas armadas contra gente desarmada", dijo el presidente de la ANPDH, Álvaro Leiva, a periodistas.

El ataque, que se extendió toda la mañana, ocurrió un día después de que los pobladores de la ciudad declararon a Masaya "territorio libre del dictador", en referencia al presidente Daniel Ortega.

Las fuerzas "combinadas" del Gobierno están compuestas por policías, antimotines, "parapolicías", "paramilitares", y fuerzas de choque oficialistas, detalló la referida asociación humanitaria.

La ofensiva llegó horas después que la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) suspendiera el diálogo hasta que el gobierno incluya a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y la Unión Europea (UE) para investigar la violenta represión de las protestas, que deja al menos 180 muertos en dos meses.

El ataque dejó una escena desgarradora, cuando una mujer corrió entre los policías hasta alcanzar al cadáver de un joven tirado en la calle, para luego gritar entre llantos: "¡Ayúdenme! ¡Ayúdenme! Él no es un perro", sin que nadie se atreviera brindarle apoyo, por temor a los agentes que la rodeaban. 

Las fuerzas "combinadas" del Gobierno no atendieron los llamados de la ANDPH ni del obispo Silvio Báez, de "detener una masacre" en Masaya.

Las fuerzas progubernamentales, apoyadas por tractores y camiones de volquete de la Alcaldía de Managua, barrieron los bloqueos de carretera a lo largo de los 29 kilómetros que separan a Managua de Masaya, hasta penetrar en la ciudad armados principalmente de fusiles de guerra como AK-147, M16, Dragunov y escopetas, denunciaron los manifestantes "autoconvocados", aglutinados en el Movimiento 19 de Abril.

La ciudad de Masaya, 30 km al sureste de Managua y de 100.000 habitantes, se declaró el lunes en rebeldía para exigir que el presidente y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo abandonen el poder.

Como resultado del ataque, la delegación policial de Masaya logró ser reabastecida de armas y alimentos, tras un mes de estar incomunicada, debido a que la población mantenía sitiada la ciudad.

- Diálogo suspendido -

La víspera, los obispos dijeron en un comunicado que "cuando el gobierno nos envíe copia de esas invitaciones y los organismos internacionales nos transmitan su recepción" se convocará a la reanudación del diálogo.

"Este gobierno tiene que demostrar voluntad política. Esto no es un juego, esto es serio para el futuro de Nicaragua. Aquí no se pueden seguir asesinando más personas. Por favor, demos muestras de voluntad y de querer superar esta crisis", declaró a la prensa el obispo Silvio Báez, arzobispo auxiliar de Managua.

El gobierno y la Alianza Cívica por la Democracia habían acordado el viernes invitar a los organismos internacionales a ayudar a investigar la situación de violencia.

Pero la alianza opositora, que agrupa a empresarios, estudiantes y sociedad civil, se retiró el lunes de las mesas de diálogo tras criticar al gobierno por el incumplimiento de ese acuerdo.

Los obispos, en tanto, consideraron de "vital importancia" solicitar a la CIDH que envíe "urgentemente" asesores técnicos para los trabajos de la Comisión de Verificación y Seguridad.

Esa entidad creada en el marco del diálogo será la encargada de investigar los delitos cometidos durante las protestas, que en dos meses suman 180 muertos y más de 1.000 heridos, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).

El canciller Denis Moncada, jefe de la delegación oficial, alegó razones "burocráticas" para no haber cursado las invitaciones, dijo Carlos Tünnerman, delegado de la sociedad civil en las conversaciones.

AFP.
AFP.

- Gobierno se desmarca -

El diálogo había sido retomado el viernes, tras pasar días suspendido en medio de un recrudecimiento de la violencia en las calles del país.

Los participantes tenían ahora previsto discutir el levantamiento de los bloqueos de las vías, el adelanto de las elecciones de 2021 a marzo de 2019 y reformas en el poder judicial.

Tras la suspensión del encuentro, el gobierno emitió una declaración en la que se desmarcó de la represión contra las protestas.

Aseguró que propuso a la oposición "trabajar para alcanzar acuerdos verificables de seguridad, paz y reconciliación en los municipios y departamentos de Nicaragua".

En tanto, Estados Unidos se sumó a la presión por la presencia de organismos internacionales y por el adelantamiento de las elecciones para acortar el mandato de Ortega.

"Advertimos un generalizado reclamo de los nicaragüenses por elecciones anticipadas. Estados Unidos considera que adelantar las elecciones representa una forma constructiva de avanzar", dijo el departamento de Estado la noche del lunes.

En Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, durante una sesión del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, condenó la violencia en Nicaragua y llamó al gobierno a cumplir los compromisos.

Las protestas comenzaron contra una reforma a la ley de seguridad social -ya retirada por el gobierno- y se fueron extendiendo para pedir la salida de Ortega, un ex guerrillero de 72 años con 11 años en el poder, que combatió a la dictadura de Anastasio Somoza en 1979.

Fuente: EFE / AFP

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