Santiago. Tras 26 jornadas de movilizaciones, Chile registró la noche de este martes nuevos actos violentos, como la quema de una iglesia y saqueos. El presidente Sebastián Piñera convocó reunión de urgencia en La Moneda.
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Barricadas, multitudinarias manifestaciones, incendios, saqueos y violentos enfrentamientos en varias ciudades marcaron una jornada de paro general convocado este martes en Chile por un centenar de organizaciones sociales para presionar al gobierno de Sebastián Piñera a que profundice en las reformas sociales.
En la jornada, el peso chileno se desplomó 3,1% y alcanzó su valor mínimo histórico, de 783,82 unidades, mientras que la Bolsa de Comercio de Santiago cayó 1,57% en medio de los temores sobre los efectos en la economía de la extensión de la crisis social.
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A primera hora, las barricadas incendiadas impidieron el paso de vehículos en algunos accesos a Santiago. Luego una gran marcha pacífica convocó a 80.000 personas -de acuerdo a cálculos del gobierno- por la céntrica avenida Alameda, pero por la tarde volvieron a estallar violentos incidentes en los alrededores de la Plaza Italia y el centro de Santiago.
En un costado de la Plaza Italia, manifestantes encapuchados incendiaron un restaurante y saquearon un hotel, con cuyo mobiliario encendieron una gran fogata. En sus cercanías se emplaza la embajada de Argentina en Chile, a la que manifestantes también intentaron entrar, según relató el embajador José Bordón.
Saqueos a tiendas y violentos choques con la policía se generaron también en varios otros puntos del centro de Santiago, especialmente fuertes en los alrededores de la casa de gobierno. Un iglesia del turístico barrio Lastarria -patrimonio de la cuidad- resultó también incendiada.
En la ciudad de Concepción (sur), manifestantes incendiaron la sede de la gobernación regional y se enfrentaron con la policía, mientras varias tiendas fueron saqueadas en el balneario de Viña del Mar y el turístico puerto de Valparaíso, en el centro del país, donde también se registraron violentos enfrentamientos con la policía. En la vecina localidad de San Antonio, fue atacado una recinto militar.
“El descontento es por muchos temas (...) Todo lo que ha ofrecido el presidente es insuficiente, una burla”, dice Karen Delgado, una oficinista de 29 años, en medio de la marcha.
“Le pido al presidente escuchar lo que pedimos y deje de dilatar con estas medidas parche. No escucha a la gente”, agrega.El llamado a huelga general se produjo a más de tres semanas de que estallaran las primeras protestas sociales, convocada por la llamada “Mesa Social”, que reúne a más de un centenar de organizaciones sociales de empleados fiscales, profesores, trabajadores de la salud pública, empleados portuarios y de los aeropuertos.
Bárbara Figueroa, presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores, cifró en un 90% la adhesión al paro en los empleados fiscales y en cerca de un 60% el ausentismo laboral en el sector privado.
Figueroa dio un “ultimátum” al gobierno y afirmó que llamarían a un paro indefinido en caso de que no acepte convocar a una Asamblea Constituyente.
“Esta movilización de hoy, lo que busca es ser un ultimátum para el gobierno, sobre nuestra propuesta que es clara y precisa: No queremos un Congreso Constituyente, nuestra apuesta es construir una nueva constitución vía asamblea constituyente”, afirmó Figueroa, al hacer un balance de la movilización de este martes.
Giro presidencial
La pulseada llega luego que el presidente Piñera dio un giro al anunciar el inicio de un proceso para cambiar la Constitución que se mantiene como herencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), aunque no con una Asamblea Constituyente -como piden los manifestantes y que contemplaría una participación más amplia de la ciudadanía- sino a partir de un Congreso Constituyente, cuyos detalles y composición aún no se definen.
“El camino al diálogo está abierto, siempre el gobierno lo ha dicho, todos los actores queremos trabajar sobre la base de construir un país en base al diálogo. El Presidente ya habló de nueva Constitución y esa es una señal clara que debiera evitar generar estos cuadros de violencia”, dijo el subsecretario de Interior, Rodrigo Ubilla, al entregar un balance de la jornada.
En una declaración pública la tarde de este martes, 14 partidos de oposición exigieron la realización de una Asamblea Constituyente."La propuesta de un Congreso Constituyente por parte del gobierno se aleja de la demanda popular por participación y deliberación", dijeron en el texto el Partido Socialista, el Comunista, la Democracia Cristiana y el Partido Radical, además de agrupaciones de la izquierda radical.
En un intento por aunar posiciones, el mandatario se reunió con los expresidentes Eduardo Frei (1994-2000) y Ricardo Lagos (2000-2006) y habló por teléfono con la exmandataria socialista Michelle Bachelet, actual alta comisionada de los derechos humanos de las Naciones Unidas.
El gobierno de Piñera logró también un acuerdo con la oposición política para impulsar una reforma tributaria que recaudaría unos 2.000 millones de dólares, destinados a financiar parte de los anuncios sociales que ha realizado para acallar las protestas sociales, y cerró un acuerdo para aprobar el Presupuesto del 2020, incluyendo algunas concesiones sociales.
Pero los gremios exigen reformas más profundas al sistema de pensiones -heredado también de la dictadura- y que entrega pensiones menores al salario mínimo (420 dólares). También piden incrementar el presupuesto a la salud pública, donde se atiende casi el 80% de la población chilena, y aumentar el salario mínimo.
Fuente: AFP