Los venezolanos recuperaron hoy relativamente la tranquilidad luego de los violentos incidentes que se registraron el miércoles en Caracas y otras ciudades, que dejaron como saldo tres muertos, 66 heridos y 69 detenidos.
No obstante, en algunas zonas del este de la capital, grupos de estudiantes desafiaron la advertencia del presidente Nicolás Maduro de que sería detenido todo aquel que saliera a marchar sin permiso.
Exigiendo justicia para los dos estudiantes muertos y gritando consignas tales como "Maduro, cobarde, asesino de estudiantes" y "va a caer y va caer, este gobierno va a caer", unos mil manifestantes se desplazaron por varias cuadras rumbo a la autopista que cruza la capital de este a oeste, y bloquearon los dos sentidos de circulación. Los manifestantes abrieron finalmente el paso vehicular sin incidentes violentos.
Antes hicieron una parada para orar en el lugar donde cayó muerto uno de los estudiantes en una céntrica avenida de El Chacao.
El miércoles falleció de un balazo en la cabeza Bassil Dacosta. Horas más tarde murió Roberto Redman, quien incluso había ayudado a cargar el cuerpo de Dacosta. Durante las manifestaciones también pereció el dirigente de un colectivo chavista.
DESDE WASHINGTON
José Miguel Vivanco, director para las Américas de la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch, expresó en un comunicado que "Venezuela necesita con urgencia que estos asesinatos sean investigados y que los responsables sean llevados ante la justicia, independientemente de cuál sea su pertenencia política".
"Lo que Venezuela no necesita es que las autoridades usen a opositores políticos como chivos expiatorios o cierren medios de comunicación cuya cobertura les disgusta", agregó.
El líder opositor Henrique Capriles afirmó el jueves que "la violencia le interesa a este gobierno para tapar la crisis que estamos viviendo". Aseguró en rueda de prensa que el gobierno de Maduro quiere evadir sus responsabilidades y "mostrarse como víctima" frente a los hechos de violencia de la víspera. "Hoy (los del gobierno) son unos niños de pecho", agregó.
El también gobernador del estado central de Miranda rechazó los señalamientos del gobierno de que la oposición estaría promoviendo un golpe de Estado, e indicó que las intentonas no las hacen los civiles "con botellitas de agua", sino los militares.