Benjamin Netanyahu es acusado por la fiscalía de Israel de cohecho, fraude y abuso de confianza, en los casos conocidos como el 1000, 2000 y 4000, que versan en torno a la recepción de regalos a cambio de favores y supuestos tratos para recibir una cobertura positiva de los medios sobre él y su familia. (Foto: Reuters / Gali Tibbon).
Benjamin Netanyahu es acusado por la fiscalía de Israel de cohecho, fraude y abuso de confianza, en los casos conocidos como el 1000, 2000 y 4000, que versan en torno a la recepción de regalos a cambio de favores y supuestos tratos para recibir una cobertura positiva de los medios sobre él y su familia. (Foto: Reuters / Gali Tibbon).
Redacción EC

Jerusalén [EFE]. El primer ministro de , , denunció hoy, minutos antes de sentarse en el banquillo de los acusados en el juicio que afronta por corrupción, que su proceso judicial tiene como objetivo “derrocar el Gobierno”.

Netanyahu sostuvo que “no hay límites” en los intentos de sacarle del Ejecutivo, agradeció el apoyo que ha recibido de mucha gente y aseguró que muchos otros le han transmitido que todos saben “exactamente lo que ha pasado aquí: funcionarios en la policía, fiscales y los medios están intentando acabar con el Gobierno en contra de la voluntad del pueblo”.

Netanyahu debe enfrentarse a tres cargos de corrupción en tres casos por los que se le investiga desde 2016.

Cohecho, fraude y abuso de confianza son los cargos de los que la Fiscalía General del Estado le acusa, en los casos conocidos como el 1000, 2000 y 4000, que versan en torno a la recepción de regalos a cambio de favores y supuestos tratos para recibir una cobertura positiva de los medios sobre él y su familia.

Hasta el último minuto los abogados del apodado Bibi han tratado de evitar la foto de éste en el banquillo, pero el Tribunal Superior de Distrito de Jerusalén decidió que la Justicia debe ser igual para todos y que eso supone que quien ha sido jefe del Gobierno ininterrumpidamente desde 2009 debe comparecer ante la corte y sentarse junto a los otros acusados: Noni Mozes y Shaul e Iris Elovitch.

Se espera que hoy las partes presenten varias mociones al tribunal, que tendrá que estudiarlas y responderlas, por lo que el juicio en sí mismo no entraría en materia hasta dentro de seis meses o incluso un año, explicaron hoy medios locales.

Benjamin Netanyahu tomo posesión como primer ministro hace unos días a pesar de encontrarse investigado por corrupción. (Foto: EFE/Yonatan Sindel)
Benjamin Netanyahu tomo posesión como primer ministro hace unos días a pesar de encontrarse investigado por corrupción. (Foto: EFE/Yonatan Sindel)
/ Yonatan Sindel / POOL

Debido a la pandemia, el juicio se celebrará con un número muy limitado de asistentes en la sala, todos ellos separados por una distancia de seguridad, y será retransmitido por vídeo a los periodistas, que estarán en un cuarto separado.

La complicada situación procesal de Netanyahu en los últimos años no parece haber menoscabado el apoyo público. La inmensa mayoría de sus votantes le siguen siendo fieles y ha reeditado el cargo este mes con un pacto de alternancia con Beny Gantz, pero sí parece haber polarizado más el país entre los que quieren que continúe en el cargo y los que consideran necesario que se vaya.

LOS CASOS CONTRA NETANYAHU

Lo que empezó en el 2016 con una investigación policial, continuó como un caso de la Fiscalía y llenó miles de páginas de periódicos, minutos de telediarios y horas de grabaciones de interrogatorios, tomará hoy forma con una imagen espectacular: Benjamín Netanyahu descendiendo visualmente de primer ministro a acusado. Aquí resumimos las claves de las acusaciones.

En los tres últimos años, fiscales y policías han interrogado a más de 140 testigos -incluidos el primer ministro y varios de sus familiares- y han logrado que varios se comprometan a testificar a favor de la Fiscalía, en este caso, la acusación al jefe del Gobierno.

El protagonista, que comparte banquillo con otros tres acusados, ha insistido todo este tiempo en caracterizar el proceso como una “caza de brujas”, y ha repetido incansablemente el mantra de: “No habrá nada porque no hay nada”. Una afirmación que ahora deberá reconocer o rebatir un tribunal.

Estos son los casos:

- CASO 4000 O BEZEQ

Supuestos delitos: Cohecho, fraude y abuso de confianza.

Este es el caso más grave y, según los expertos, el que tiene más visos de acabar en condena.

Se sospecha que Netanyahu hizo favores entre 2012 y 2017 al gigante de telefonía israelí Bezeq a cambio de cobertura informativa favorable sobre él y su mujer Sara en el popular digital de noticias Walla, ambos controlados por el mismo empresario, Shaul Elovitch. Este, junto a su mujer, Iris, comparecen también como acusados.

En diciembre pasado, tras meses de investigación y más de medio centenar de testimonios, la Policía concluyó que había pruebas suficientes para acusarle de los tres cargos.

“La principal sospecha es que el primer ministro aceptó sobornos y actuó en un conflicto de intereses interviniendo y actuando en decisiones regulatorias que favorecen a Shaul Elovitch y al Grupo Bezeq, y al mismo tiempo exigió directa e indirectamente interferir en el contenido del sitio Walla de una manera que lo beneficiara”, explicó la recomendación policial.

Netanyahu y sus asociados “intervinieron de manera flagrante y continua, y en ocasiones incluso a diario” en Walla y “buscaron influir en el nombramiento de altos funcionarios (editores y reporteros)” con el fin “de promover sus intereses personales mediante la publicación de artículos y fotos halagadoras, eliminando el contenido crítico sobre el primer ministro y su familia”, asegura ese texto.

El informe de la Fiscalía, por su parte, afirmaba haber “llegado a la clara conclusión de que había motivos corruptos e inapropiados en el centro de las acciones de Netanyahu”.

Él niega la comisión de cualquier delito.

- CASO 1000

Supuestos delitos: Fraude y abuso de confianza.

Se investiga si aceptó lujosos regalos de dos millonarios para él y su familia -hasta un millón de shéqueles (unos 260.000 euros)- que incluían carísimos puros, joyas, viajes y champán francés a cambio de favores.

Se trata del productor de cine de Hollywood Arnon Milchan, israelí y a quien Netanyahu habría ayudado a conseguir un visado estadounidense de larga duración, y su amigo y socio australiano, también millonario, James Packer. Entre los favores estarían la aprobación de una ley que limita los impuestos para israelíes que regresen del extranjero, muy beneficiosa para Milchan, y apoyo en negocios en el mercado televisivo israelí.

El informe de la Fiscalía asegura que “hay suficientes pruebas para demostrar que los regalos, entregados a gran escala y de forma inusual, fueron recibidos a cambio de acciones de Netanyahu”.

Este ha reconocido que recibió regalos, pero niega que hubiese favores a cambio y argumenta que se trató de un "intercambio de obsequios normal entre amigos".

- CASO 2000

Supuestos delitos: Fraude y abuso de confianza.

Se examinaba un presunto intento de pacto entre Netanyahu y Arnon Mozes, también acusado y editor del diario de pago de mayor difusión de Israel, el Yediot Aharonot. El primero habría pedido una cobertura más positiva a cambio de dañar la distribución del diario rival, el gratuito Israel Hayom.

Según la Fiscalía, las conversaciones grabadas con Mozes indican que Bibi "violó la confianza que debe a la gente y dañó gravemente la imagen del servicio público y fe del público en este". Abusó de su autoridad para beneficiar los intereses de su familia y para "corromper a funcionarios públicos".

Existen audios de las negociaciones grabados por un exjefe de la Oficina de Netanyahu, Avi Harrow, que se ha convertido en testigo del Estado a cambio de una acusación menor en otro caso que enfrenta.

Netanyahu reconoce que tuvo lugar la conversación con Mozes, pero alega no era en serio, que el pacto no se llevó a cabo y niega delito.

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