Gaza/Jerusalén (EFE). El gobierno israelí comenzó hoy a valorar la posibilidad de emprender una incursión terrestre en Gaza tras cuatro días de intensos e incesantes bombardeos sobre la Franja, que la causado la muerte a más de cien personas, de las que cerca de 60 son civiles y 23 niños.
Así lo dio a entender este viernes el general Benny Gantz, jefe de Estado Mayor del Ejercito israelí, quien aseguró que las tropas están ya preparadas y solo aguardan la luz verde del Ejecutivo que dirige Benjamin Netanyahu.
"Debemos mirar esta campaña de forma sensata y no histérica. Nada impedirá que sigamos adelante. El Ejército israelí no necesita una gota que colme el vaso para lanzar una operación terrestre, sólo una directriz política", afirmó.
El general reiteró que la ofensiva avanza con éxito por la senda marcada, pero que considera que aún no es suficiente para el logro de sus objetivos declarados: detener el lanzamiento de cohetes y destruir la infraestructura del movimiento islamista Hamás.
"Gaza se está sumiendo en el desastre. La ofensiva por aire es excelente y los (esfuerzos) en inteligencia están funcionando", afirmó.
Aún así, el gabinete insiste en descartar el alto el fuego que la comunidad internacional demanda -el presidente de EE.UU., Barack Obama, se ha ofrecido incluso a mediar- y mira hacia el perímetro de la aislada y asediada franja, donde ya tiene apostados miles de soldados y unidades de blindados.
Según la prensa local, solo queda decidir la naturaleza, la fecha y la duración de la misma, aunque hay consenso entre analistas y expertos en que será puntual y limitada.
CASTIGO AÉREO
Mientras, la aviación y la marina de guerra israelí continuaron con el castigo aéreo sobre supuestas posiciones islamistas en una franja de calles vacías, donde, según las autoridades, empiezan a escasear las medicinas y los alimentos y donde la elevada cifra de heridos -680- comienza a saturar los hospitales.
Según el último balance castrense israelí, desde la pasada medianoche cazabombarderos y buques han atacado 40 lanzaderas de cohetes, algunas de ellas para proyectiles de largo alcance, 10 silos y fábricas de armas y cerca de una treintena de túneles.
Además, han disparado misiles contra siete supuestos milicianos islamistas, a los que identificó como responsables del lanzamiento de cohetes.
Fuentes palestinas denunciaron, sin embargo, que también fueron atacadas viviendas civiles, que Israel presenta como centros operativos al habitar en ellas algún dirigente islamista.
Cifras de la ONU afirman que los bombardeos han afectado a más de 150 edificios en toda Gaza, y que cerca de un millar de personas se han quedado sin hogar.
A este respecto, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció este viernes la escalada del conflicto y recordó a Israel que viola la ley internacional cuando bombardea áreas pobladas y especialmente viviendas.
"Hemos recibido informes muy preocupantes que indican que la mayoría de las víctimas civiles, incluidos niños, ocurrieron como resultados de bombardeos sobre casas. Estos informes levantan muchas sospechas sobre si Israel cumple la ley internacional", dijo Pillay en un comunicado.
ATAQUES DE HAMAS
El Ejercitó israelí también informó hoy del lanzamiento de cerca de un centenar de cohetes contra el centro y el sur de Israel, una veintena de cuales fueron interceptados por el sistema antimisiles "Iron Dome".
Las "brigadas Azedím al Kasem", brazo armado de Hamás, asumieron el disparo de cuatro de esos cohetes contra el principal aeropuerto de Israel, que advirtieron consideran uno de sus objetivos.
Los cohetes, que sobrevolaron la ciudad de Tel Aviv, fueron interceptados por el escudo antimisiles, y el aeródromo siguió con su actividad habitual tras el breve impás que impusieron las sirenas antiaéreas.
La llamada "Cúpula de Hierro" no impidió, sin embargo, que un cohete cayera sobre una gasolinera del puerto mediterráneo israelí de Ashdod, y causara heridas a tres civiles, uno de ellos grave.