El terror del EI contra los yazidis de Iraq
El terror del EI contra los yazidis de Iraq
Redacción EC

Erbil, Iraq (DPA)  

Las imágenes que llegan desde  son aterradoras. Decenas de miles de personas llevan días a la espera de ayuda en una montaña del norte del país, soportando temperaturas superiores a 40 grados centígrados. Muchos han muerto ya de sed, especialmente niños y ancianos.

Los refugiados pertenecen a la minoría religiosa kurda de los . Y para los islamistas que han cercado la montaña, son "adoradores del demonio" que deben morir.

La última tragedia iraquí comenzó hace una semana, cuando el domingo la milicia terrorista sunita del (EI) se hizo con el control de una amplia zona al norte y al oeste de la ciudad de . Entre otras, conquistaron Sinjar (Shingal en kurdo), la ciudad en la que viven unos 500.000 de los 800.000 yazidíes que se calcula que hay en todo el mundo.

Hasta entonces, y comparada con el resto del país, esta región de Iraq era relativamente segura. Tras la conquista de Mosul por parte de los yihadistas el 10 de junio y la consiguiente retirada del Ejército iraquí, los soldados peshmerga kurdos avanzaron posiciones en esta zona que, aunque oficialmente está bajo el control de Bagdad, es hogar de numerosos kurdos.

Los ataques de los yihadistas contra los yazidíes están siendo brutales, una auténtica cacería. "Decapitan a los hombres y a las mujeres las violan, las obligan a contraer matrimonio o las vendes como esclavas sexuales y las matan despiadadamente", afirma Telim Tolan, del consejo central de yazidíes en . Y esto sucede constantemente estos días.

"El EI tiene el objetivo de eliminar a todas las minorías religiosas de la región", explica este hombre que está en contacto directo con los yazidíes de Iraq. El "asesinato en masa" de yazidíes es sólo el comienzo, sostiene. "Estamos en la parte más baja de la pirámide". Mientras que los extremistas cristianos aún tienen la posibilidad de irse, entre los yazidíes las opciones son conversión o muerte.

El Corán reconoce a los cristianos como una comunidad religiosa que merece protección, pero los yazidíes carecen de ese estatus. El hecho de que no sólo crean en un dios, sino también en un ángel, es para los islamistas una herejía. Y es que los yazidíes adoran al ángel Mekek Taus, que para los yihadistas es Satanás, el diablo.

El lugar más sagrado para los yazidíes es el valle de Lalish, una región que también está siendo amenazada por el avance de los extremistas. Algo más al sur, en Shichan, se encuentra uno de los grandes asentamientos yazidíes, donde residen unos 150.000 fieles. Y aunque los combatientes del EI aún no han conquistado la zona, ni siquiera tras el inicio de los ataques aéreos estadounidenses contra posiciones yihadistas está exenta de peligro.

"Los bombardeos están surtiendo efecto, pero no hemos logrado dar un giro a la situación", señala Tolan. Con todo, los soldados peshmerga han logrado rescatar a unos 10.000 yazidíes de las montañas de Sinyar, mientras aviones estadounidenses reparten ayuda humanitaria. Pero según el portavoz del consejo central de yazidíes, aún quedan unas 200.000 personas atrapadas en los alrededores. Y ellos también esperan que los soldados finalmente los liberen de los islamistas.

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