La policía de Filipinas admitió que mató a dos personas por error en la noche del jueves.
Los agentes habían sido llamados a un suburbio de Manila, tras un tiroteo durante una discusión entre vecinos.
Los policías abrieron entonces fuego contra un vehículo, donde suponían viajaba uno de los participantes del tiroteo.
Pero el auto llevaba al hospital a una mujer que había sido herida en ese mismo incidente.
El acompañante del automóvil también murió por los disparos. Y otras dos personas resultaron heridas.
El tiroteo tuvo lugar en el marco de la guerra contra las drogas impulsada por el presidente filipino Rodrigo Duterte.
Desde su llegada al poder, en 2016, la policía ha reconocido que ultimó a casi 4.000 personas. Otros miles han sido abatidos por desconocidos o en circunstancias sin aclarar.
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