Un año después de anunciar su retiro, Jefferson Farfán se ha reconvertido en estrella de Internet junto con uno de sus mejores amigos, el exfutbolista Roberto Guizasola. Ambos recibieron a Somos en el ‘búnker’ donde graban las emisiones de “Enfocados”, el programa que conducen con gran éxito en YouTube, para hablar de la vida después de colgar los chimpunes, la selección peruana y la próxima participación de la Bicolor en la Copa América.

“Fluimos muy bien porque somos patas, tenemos mucha conexión. Tratamos de manejar las entrevistas de tal manera que el invitado se sienta cómodo, como si estuviéramos en un camarín de fútbol. El código que siempre he manejado como futbolista es defender siempre al futbolista”, dice Jefferson en su terraza, al borde de una piscina infinita cuyo horizonte se pierde en los cerros de La Planicie.

El goleador peruano pasa la mayor parte de su tiempo en esta lujosa residencia, con gimnasio, sala de juegos y una cancha de fulbito de gras natural, donde vive con su hija mayor y suele recibir la visita de sus hijos Adriano y Jeremy. Sí, el búnker.

Hace unas semanas, contó en su podcast que se había convertido en padre de una niña, pero, por lo pronto, ya no tiene planes de seguir haciendo crecer a la familia. “Comparto mucho con ellos. El fútbol te da y te quita muchas cosas, pero hoy lo único que trato de hacer es disfrutar de los míos”, comenta Jefferson, quien aclara que se encuentra soltero. En esta etapa, no le interesa dar el salto a la TV y ser comentarista deportivo. “Me han ofrecido ser panelista, pero siento que no es lo mío. Creo que no me sentiría bien opinando sobre otros futbolistas. Lo mío es la chacota, la joda. Allí es donde me siento cómodo, porque me sale de manera natural”.

Este sábado en Somos, la historia detrás de Enfocados, el podcast de Jefferson y Roberto Guizasola que la rompe en redes.

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