“No importa cuán alto el mundo rico construya sus muros y cuántos ahogamientos de migrantes esté dispuesto a tolerar, las personas desesperadas seguirán buscando una vida mejor”. (Ilustración: Giovanni Tazza).
“No importa cuán alto el mundo rico construya sus muros y cuántos ahogamientos de migrantes esté dispuesto a tolerar, las personas desesperadas seguirán buscando una vida mejor”. (Ilustración: Giovanni Tazza).
/ Giovanni Tazza

Hasta hace poco, éramos regularmente confrontados con imágenes de migrantes ahogados en las aguas que separan a los países más pobres de los más ricos, desde el Río Grande, en Norteamérica, hasta el mar Mediterráneo, entre Europa y África. Y aunque ahora el COVID-19 domina las noticias, es probable que las consecuencias económicas de la pandemia exacerben las desigualdades globales que impulsan la migración de las personas.