Iván Alonso

¿A quién protege la transferencia de los depósitos de la a la (o, en general, de un banco insolvente a uno más solvente)? ¿A los ahorristas de Caja Sullana o al Fondo de Seguro de Depósitos? Los ahorristas están protegidos, hasta cierto límite, justamente por el fondo. La transferencia no les agrega nada, salvo a aquellos cuyos depósitos exceden ese límite. La protección es, sobre todo, para el fondo (y para los ahorristas de otros bancos que en el futuro puedan necesitar de él).

La razón es la siguiente. Al hacerse cargo de los depósitos, el fondo tomaría también control de los créditos de Caja Sullana para recuperar, en lo posible, lo que tenga que pagar a sus ahorristas. Pero el fondo no tiene una organización montada para la cobranza de créditos –no es algo que haga todos los días–, y menos para perseguir a los deudores de una caja en liquidación, que, cuando menos, han perdido el incentivo para mantener buenas relaciones comerciales. La Caja Piura, en cambio, sí tiene esa organización. Puede hacerse cargo de los depósitos de Caja Sullana, tomar control de sus créditos y cobrarlos en una proporción más alta de lo que podría cobrar el fondo. Los exclientes de Caja Sullana tendrán, al menos, el incentivo de mostrarse como buenos pagadores frente a una institución que puede ser su fuente de financiamiento a futuro.

Pero ¿por qué la Caja Piura tomaría ese riesgo? ¿Qué pasa si, a pesar de todo, no puede cobrarles a los exclientes de Sullana? Obviamente, tomará sus precauciones. El fondo lo sabe, y seguramente le ofrecerá asumir parte de las pérdidas. No todas, porque debe haber un riesgo residual que motive a la Caja Piura a hacer su mayor esfuerzo por cobrar. El fondo calcula que de esa manera minimizará el costo del rescate. La Caja Piura calcula, por su parte, que puede cobrar más de lo que se está comprometiendo a devolver a los exahorristas de Sullana.

Todos parecen salir ganando, pero hay un grupo que, hasta ahora, no tenía vela en este entierro y que queda expuesto a un riesgo marginalmente mayor, que son los actuales ahorristas de la Caja Piura. Si la cobranza a los exclientes de Sullana resulta peor que lo esperado, los accionistas de la Caja Piura perderán plata, pero su holgura para responder por sus depósitos también podría verse afectada.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Iván Alonso es Economista