(Ilustración: Giovanni Tazza).
(Ilustración: Giovanni Tazza).
Janice Seinfeld

“Si necesitaras un trasplante de órganos, ¿tendrías uno? De ser así, por favor ayuda a otros”. Enfrentado a este mensaje al momento de actualizar sus datos ante el Estado, ¿se registraría como donante de órganos?

En uno de los ensayos más grandes jamás registrados en Gran Bretaña, donde participaron más de un millón de personas que estaban renovando su información tributaria o sacando nuevas licencias de conducir, se presentó al azar uno de ocho mensajes y fotografías diferentes que buscaban animar a la gente a inscribirse en el registro de . El estudio fue conducido por el Behavioural Insights Team, grupo inicialmente constituido por el Gobierno Británico que ahora opera como corporación independiente. Su reto era entender por qué, pese a que más del 90% de la población apoya la donación de órganos, solo un tercio se registra.

Los resultados mostraron que pedir a las personas que se pusieran en el lugar del otro motivó cambios en el comportamiento, seguido por imaginar cómo se sentirían si no pudieran acceder a un trasplante. Es decir, los seres humanos reaccionamos cuando nos tocan personalmente; cuando conectamos. Por ello, la frase que abre este artículo fue la variante más exitosa, porque apeló al concepto de reciprocidad. El segundo mensaje con mayor acogida se centró en la idea de pérdida: “Tres personas mueren cada día debido a que no hay suficientes donantes de órganos”. Y otro fue: “Tú podrías salvar o transformar la vida de hasta nueve personas si decidieras firmar como donante de órganos”.

El próximo año, la ley sobre la donación de órganos y tejidos en Inglaterra cambiará para que todos los adultos sean considerados donantes, a menos que expresamente declinen hacerlo o que estén impedidos de hacerlo por, por ejemplo, tener cáncer activo, VIH o hepatitis.

En los lugares donde se ha probado invertir estas opciones (donante por ‘default’ versus inscribirse como tal), los resultados han sido impresionantes. En Illinois, Estados Unidos, la tasa de donación de órganos pasó del 38% al 60%. Francia cambió su legislación en el 2017 en esta línea del consentimiento expreso, y muchos otros países están caminando en esta dirección.

En Ontario, Canadá, cada tres días muere una persona mientras espera algún trasplante. Para revertir estas cifras, las autoridades decidieron probar una serie de intervenciones en el proceso de registro de donantes: entregaron diferentes versiones del formulario, cambiaron el momento de entrega del formulario y ofrecieron información adicional para ayudar a las personas a tomar su decisión. También simplificaron el proceso de registro. Esta iniciativa piloto logró aumentar las tasas de registro hasta en 143%.

Nuestro país, según la , es el que menos cantidad de donantes tiene en Sudamérica. La lista de espera para un órgano o tejido es de 6.400 personas, aunque para el Ministerio de Salud () el universo total de casos supera por mucho este número oficial. En el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), explícitamente su deseo de ser donante. Además, como lo reveló el titular de la Dirección General de Donaciones, Trasplantes y Banco de Sangre del Minsa a propósito del Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos, celebrado el pasado 23 de mayo, cada mes mueren 45 peruanos esperando un trasplante. Sin embargo, cada día .

Las intervenciones basadas en el comportamiento aprovechan lo que se conoce sobre la toma de decisiones de las personas y se centran en lograr el mejor diagnóstico sobre qué barreras conductuales específicas están impidiendo determinado avance. Es lo que en economía del comportamiento se conoce como ‘nudge’, un pequeño estímulo que genera grandes cambios.

Si bien experiencias que han funcionado en el extranjero deben ser adaptadas a las realidades locales, empecemos por realizar diagnósticos y plantear pruebas piloto. Por ejemplo: que, al momento de recibir su DNI, todo ciudadano sea considerado donante; quien luego quiera cambiar su condición a no donante, podrá hacerlo al renovar el documento. Podemos empezar a salvar vidas con pequeños cambios. Qué mayor impacto que ese.