Marcelo Cornejo Mena

El ‘’, una estrategia que consiste en trasladar operaciones o cadenas de suministro a países cercanos al mercado final, se ha convertido en una tendencia global impulsada por la necesidad de reducir costos, minimizar riesgos y fortalecer la resiliencia empresarial. En América Latina, esta estrategia ha generado interés debido a su proximidad geográfica con los principales mercados de consumo, como Estados Unidos. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el ‘nearshoring’ podría generar más de US$78.000 millones en exportaciones adicionales para la región.

En este contexto, el tiene una gran oportunidad de posicionarse como un destino estratégico para el ‘nearshoring’, aprovechando su ubicación privilegiada, su red de tratados de libre y sus sectores clave como la agroindustria, la minería y la manufactura. Este artículo analiza las ventajas competitivas del Perú en el ‘nearshoring’, los retos a superar y las estrategias necesarias para capitalizar esta tendencia.

Contexto actual del ‘nearshoring’ en América Latina

El ‘nearshoring’ ha cobrado relevancia como una respuesta a los desafíos globales, incluidos los problemas logísticos durante la pandemia del COVID-19 y las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. Según la CEPAL, en el 2023, América Latina atrajo el 14% de la inversión extranjera directa (IED) global, con un enfoque particular en sectores relacionados con cadenas de suministro.

Países como México y Colombia ya han comenzado a beneficiarse del ‘nearshoring’ gracias a su proximidad con Estados Unidos y la implementación de políticas favorables para atraer inversiones. En este escenario, el Perú tiene la oportunidad de posicionarse como un socio estratégico, especialmente en sectores donde cuenta con ventajas competitivas.

Ventajas competitivas del Perú para el ‘nearshoring’

1. Ubicación estratégica: El Perú se encuentra en una posición geográfica clave en el Pacífico, con acceso directo a mercados asiáticos y norteamericanos. Además, cuenta con importantes puertos como el de Callao, uno de los más grandes de la región.

2. Red de Tratados de Libre Comercio (TLC): El Perú tiene 22 acuerdos comerciales vigentes, que abarcan mercados como Estados Unidos, China, la Unión Europea y Japón, facilitando el comercio internacional.

3. Diversificación de sectores productivos: Sectores como la agroindustria, la minería y la manufactura cuentan con productos de alta calidad y una creciente demanda global. Según PromPerú, las exportaciones agroindustriales alcanzaron los US$10.000 millones de dólares en el 2023, un incremento del 15% respecto al año anterior.

4. Mano de obra competitiva: El Perú ofrece una fuerza laboral joven y competitiva en términos de costos, lo que lo hace atractivo para empresas que buscan reducir gastos operativos.

Retos para convertir al Perú en un destino de ‘nearshoring’:

1. Infraestructura insuficiente: Aunque el Perú cuenta con puertos estratégicos, la falta de inversión en infraestructura vial y ferroviaria limita su capacidad logística. Según el Foro Económico Mundial, el Perú ocupa el puesto 88 en el índice de calidad de infraestructura global.

2. Barreras burocráticas: La complejidad de los trámites administrativos y la falta de claridad en las normativas comerciales pueden desincentivar la inversión extranjera.

3. Falta de especialización tecnológica: A pesar de tener sectores productivos sólidos, la adopción de tecnologías avanzadas y la digitalización aún son limitadas en comparación con países competidores como México y Chile.

4. Incertidumbre política: La estabilidad política y la confianza empresarial son factores clave para atraer inversiones. En los últimos años, el Perú ha enfrentado retos en este aspecto, lo que podría influir en la percepción de los inversionistas.

Estrategias para aprovechar el nearshoring

1. Inversión en infraestructura: Mejorar la infraestructura de transporte y logística, incluyendo carreteras, puertos y aeropuertos, es fundamental para facilitar el comercio internacional y reducir costos.

2. Promoción de ‘hubs’ logísticos: Crear zonas económicas especiales y ‘hubs’ logísticos en regiones estratégicas como Arequipa, Piura y Cusco podría potenciar la competitividad del país.

3. Fomento de la digitalización: Incentivar la adopción de tecnologías como ‘blockchain’ para la trazabilidad y la inteligencia artificial para la optimización de cadenas de suministro puede atraer a empresas extranjeras.

4. Fortalecimiento de la imagen país: Promover al Perú como un destino confiable y competitivo a través de campañas de marca país y participación en ferias internacionales puede mejorar su posicionamiento global.

Impacto esperado en la economía peruana

La implementación de estrategias de ‘nearshoring’ podría tener un impacto significativo en la economía peruana. Según el BID, el Perú podría incrementar sus exportaciones en un 10% en los próximos cinco años al capitalizar las oportunidades del ‘nearshoring’. Además, se generarían empleos directos e indirectos en sectores como la logística, la manufactura y los servicios tecnológicos.

La diversificación de mercados y productos también fortalecería la resiliencia económica del país, reduciendo su dependencia de sectores tradicionales como la minería y promoviendo un desarrollo más inclusivo y sostenible.

En conclusión, el ‘nearshoring’ representa una oportunidad única para que el Perú refuerce su posición en el comercio internacional y atraiga inversiones extranjeras estratégicas. Sin embargo, para aprovechar al máximo esta tendencia, es necesario abordar desafíos clave como la infraestructura, la burocracia y la adopción tecnológica.

Con un enfoque estratégico en políticas públicas, inversión en infraestructura y promoción internacional, el Perú puede convertirse en un destino líder para el ‘nearshoring’ en América Latina, impulsando su crecimiento económico y fortaleciendo su competitividad global.


Marcelo Cornejo Mena es Presidente Fundador de CAENE,

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