El congresista de Fuerza Popular Víctor Albrecht, presidente de la Comisión Lava Jato, ha anunciado que no se inhibirá de participar en las pesquisas que ese grupo de trabajo realice sobre el gobernador regional del Callao, Félix Moreno, actualmente con prisión preventiva por 18 meses a raíz de sus vínculos con el Caso Odebrecht.
Como se sabe, diversas voces –entre las que se cuentan las de los legisladores Alberto Quintanilla y Javier Velásquez Quesquén– habían señalado recientemente la necesidad de tal inhibición en razón de la cercanía entre ambos personajes. No olvidemos que, entre el 2008 y 2009, cuando Moreno era alcalde provincial, Albrecht se desempeñó como gerente general de la Empresa de Servicio de Limpieza Municipal Pública del Callao (Eslimp-Callao) –empresa dependiente del municipio provincial del Callao–. Comparte con Moreno –y Álex Kouri–, además, las épocas fundacionales de Chim Pum Callao, partido que lo llevó a la alcaldía de La Perla entre 1999 y 2002, y la vicepresidencia regional del Callao entre el 2007 y 2010.
En respuesta a las suspicacias de que fuese esa proximidad la que hubiese provocado que la comisión que preside no haya citado hasta el momento al gobernador regional chalaco, sin embargo, Albrecht ha aseverado: “Eso es falso, nosotros manejamos estrategias de trabajo en un proceso de investigación responsable”. Pero por tajante que sea su negación de que exista alguna forma de favorecimiento a Moreno, es obvio que la labor del grupo de trabajo quedará empañada.
Si antes ya nos habíamos mostrado escépticos aquí acerca de los resultados que, por estar teñidas políticamente, comisiones como estas han tenido a lo largo de la historia del país, ahora tenemos que convertir ese escepticismo en desánimo absoluto. Porque la resistencia del congresista a hacer un gesto como el sugerido, que no afectaría al trabajo global del equipo parlamentario sino solo a este particular asunto, invita a temer lo peor.
Ahora más que nunca, la esperanza de la opinión pública de que el Caso Lava Jato sea investigado adecuadamente para que caiga quien tenga que caer se vuelve hacia la fiscalía y el Poder Judicial.