A la par de su denominado “humor británico”, la habilidad del presidente Pedro Pablo Kuczynski para recular en sus declaraciones iniciales se ha convertido también en su sello distintivo.
Basta con recordar las “precisiones” que tuvo que realizar a sus célebres afirmaciones sobre la idea de “jalarse” a unos congresistas del fujimorismo, o su tranquilidad con “un poquito de contrabando” en Puno o, más recientemente, acerca de los motivos del alejamiento de su ex consejero Carlos Moreno involucrado en el “negociazo” con pacientes del SIS.
En la última semana, el característico bamboleo presidencial ha vuelto a surgir, esta vez en relación con la elección de los directores del Banco Central de Reserva (BCR) por parte del Congreso de la República.
El jueves pasado, antes de que se realizara la votación en el pleno para elegir a los tres miembros restantes del directorio del BCR, el presidente tuvo palabras de elogio hacia José Chlimper, uno de los candidatos de la bancada de Fuerza Popular (FP): “Lo único que puedo decir es que el señor Chlimper ha sido director del Banco Central de Reserva en el pasado, ha estudiado Economía. O sea, está muy calificado para ese puesto”.
Chlimper, como se sabe, fue elegido gracias a los votos del fujimorismo, junto con el economista Elmer Cuba (también propuesto por FP) y el ingeniero y ex compañero de plancha presidencial de Keiko Fujimori en el 2011, Rafael Rey (propuesto por la Célula Parlamentaria Aprista). Una decisión que ha sido muy cuestionada desde diversos sectores –incluidos la bancada parlamentaria oficialista y los dos vicepresidentes de Kuczynski– y por este mismo Diario en lo que concierne a las designaciones de los señores Chlimper y Rey, el primero por su activismo político al desempeñarse como secretario general de FP y por su involucramiento en el asunto –aún no esclarecido– de los audios adulterados que fueron difundidos en el programa “Las cosas como son”; y el segundo, por carecer de la experiencia y conocimiento técnico que demanda un puesto tan alto en una institución como el BCR.
Hace dos días, sin embargo, el jefe de Estado parece haber tomado conciencia de las reacciones adversas que generó la resolución del Congreso, y mostró una posición bastante distinta a la que sostuvo originalmente. “Nosotros, el Poder Ejecutivo, hemos nombrado al presidente, aprobado luego por el Congreso, y a tres directores que son profesionales e independientes”, afirmó para luego tomar distancia con la decisión parlamentaria y señalar: “El Congreso ha nombrado a quien le parece. Hay economistas, pero también gente política. A mí me parece que no están dentro de la línea que hemos dicho…”.
La reciente epifanía del presidente ha sorprendido a muchos. Aunque, para ser honestos, luego de revisar los antecedentes de vaivenes del presidente, este último episodio no debería causar gran asombro. De hecho, en mayo de este año, cuando se destapó el escándalo de los audios manipulados, el mismo Kuczynski señaló: “Tenemos que ver lo que ha pasado ahora con José Chlimper, quien trató de interferir en un canal de televisión amigo de hace años. Eso no es bueno, es el viejo fujimorismo que nos llevó a la ruina en el 2000”.
Pero el tiempo, al parecer, lo cura todo, y ya desde el sillón presidencial, el mandatario le dedicó los elogios a su otrora rival electoral que aquí hemos reseñado, para luego retirárselos, comprobando así aquello que del amor al odio hay solo un paso.
Y si bien algunos analistas han vaticinado que la mayoría fujimorista en el Congreso le demandará al presidente Kuczynski más de un guiño de coquetería durante los próximos años, habrá que recordarle al presidente que si quiere inspirar alguna coherencia en su partido y su bancada parlamentaria, debería empezar él mismo por conservarla por más de una semana.