El pasado martes, durante su presentación en el Congreso, el presidente Ollanta Humala se dedicó fundamentalmente a resaltar los logros de su gestión. Entre las sustanciales omisiones de su discurso y la escasez de proyectos para su último año de gobierno, hay algo, sin embargo, que merece ser destacado: los resultados obtenidos en educación, un sector en el que la actual administración parece estar aprobando el examen.
Y merecen ser destacados pues, desde hace ya algunos años, la educación pública en el país se encuentra en emergencia. Los resultados de la prueba PISA en matemáticas, ciencias y comprensión lectora, por ejemplo, nos colocan en el último lugar entre los 65 países evaluados. Adicionalmente, según el Índice de Competitividad Global, el Perú se encuentra en el puesto 136 de 144 en lo que respecta a calidad educativa.
A la vez, los avances que expuso el presidente se hacen especialmente meritorios si se considera que, durante los primeros dos años de la actual administración, la tarea de reformar la educación pública parecía una batalla perdida por el gobierno. Por ello, haberle dado la batuta del Ministerio de Educación (Minedu) a Jaime Saavedra ha sido una de las decisiones más acertadas del presidente.
Así, en poco menos de dos años, el ministro ha abierto camino en un sector que hacía suponer a muchos que semejante tarea era poco menos que imposible. Y se han alcanzado logros que han permitido enmendar parte del daño producido por la inactividad de los años y las gestiones previas.
Cabe resaltar, en primer lugar, que el presupuesto en educación alcanza hoy el 3,6% del PBI, habiéndose incrementado en 70% desde el 2012. La cifra, si bien lejana aún de la media de 6,3% que muestran los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) –a la cual el Perú aspira pertenecer–, hace evidente que existe un compromiso por el desarrollo de la educación pública.
Como el propio ministro afirmó durante el Foro Mundial de la Educación en mayo pasado, la meta es elevar este porcentaje hasta un monto mínimo equivalente al 6% del PBI. Esto como parte de una meta conjunta de todos los países de América Latina. Por ello, Saavedra ha comprometido al gobierno a continuar aumentando el presupuesto del sector en 0,25% del PBI cada año. Algo que, durante más de 12 años, el Acuerdo Nacional no logró concretar.
Además, sus esfuerzos han estado dirigidos a promover una revalorización de la carrera magisterial, al retomar sin complejos la reforma meritocrática iniciada por el gobierno anterior (que la actual administración había dejado de lado) y buscando con ello mejorar de manera gradual la condición económica de los maestros y el respeto por la profesión. El resultado, hasta el momento es que 55 mil profesores han obtenido un aumento salarial promedio de 30%. Hay que decir, no obstante, que a pesar de esto, la valoración social de la carrera aún se encuentra muy por debajo de países como Chile o Costa Rica.
Por otro lado, son encomiables también sus esfuerzos por reducir la brecha en infraestructura. Para este fin, en el 2014 fue ejecutado más del 99% del presupuesto del Minedu. En comparación, durante el 2012, antes de su llegada, la misma cartera logró ejecutar solo el 43,4% del presupuesto que le fue asignado.
Asimismo, de las más de 50.000 escuelas públicas en el país, el 30% no tiene electricidad, 40% carece de agua y el 75% no cuenta con acceso a Internet, por lo que el haber recurrido al sector privado a través de asociaciones público-privadas (APP) resulta una alternativa plausible. Con esto, el ministerio podrá desarrollar con ayuda del empresariado, entre este y el próximo año, 70 obras de construcción, mantenimiento y equipamiento en 173 escuelas públicas, con una inversión aproximada de S/.1.050 millones. Igualmente, a través del mecanismo obras por impuestos, el ministerio ha presentando 264 proyectos que buscan atraer una inversión de S/.1.335 millones.
Así las cosas, no es de extrañar que los últimos meses hayan estado acompañados por cierto optimismo en lo que concierne a la educación en el país. Según una encuesta de Ipsos, hoy en día el 58% de la población considera que se está progresando en este aspecto.
El camino para salir del agujero es bastante largo; y el tiempo perdido por la ineficiencia de gestiones pasadas hace de esto un trabajo arduo. Pero el hecho es que la gestión del ministro Saavedra ha avanzado en recorrerlo lo que ninguna otra y es un mérito innegable de este gobierno haberle nombrado y haberle dado el apoyo necesario para traer esperanza a uno de los sectores a la vez más claves y más crónicamente fallidos del Estado Peruano.