Editorial: Contagios saludables
Editorial: Contagios saludables
Redacción EC

En diciembre del 2014 la inauguró un centro de seguridad ciudadana que contaba con cien cámaras inalámbricas, equipos de monitoreo y diez vehículos para la flota de serenazgo. La obra demandó una inversión superior a los S/.15 millones y fue financiada por una empresa privada en el marco de la Ley . Y ese es solo un ejemplo de los posibles beneficios de una norma que, desde que entró en vigencia en el 2009, ha permitido inversiones del sector privado por más de S/.1.621 millones, que han mejorado la vida de cerca de 9 millones de peruanos. 

Lo que esa norma establece es que empresas privadas pueden financiar y ejecutar proyectos públicos, seleccionados por diversas entidades del Gobierno, para luego deducir su inversión como pago a cuenta hasta en un 50% del Impuesto a la Renta de tercera categoría a su cargo. Así, mientras la población se beneficia con proyectos de calidad ejecutados con la eficiencia del sector privado, las empresas involucradas asocian su nombre a iniciativas de alto impacto social y el Gobierno es ayudado a disminuir la llamada “brecha en infraestructura”, que –según el ministro de Economía, Alonso Segura– representa un déficit equivalente a entre 40% y 50% del PBI.

Pero, pese a lo positivo de los efectos de las OxI, los objetivos publicados por Pro Inversión respecto de ellas para este año se encuentran lejos de ser cumplidos, pues de los S/.900 millones estimados inicialmente, solo se ha captado S/.24,1 millones: el 2,7% de la meta. Y si comparamos esa cifra con los S/.650,3 millones invertidos el año pasado, se evidencia un problema. 

Por el lado de los inversionistas, una de las causas de esta reducción es la inestabilidad política derivada del reciente cambio en los gobiernos regionales, pues muchos de los gobernadores entrantes buscan paralizar los proyectos dejados por sus antecesores. 

Y, por otra parte, la iniciativa de gobiernos regionales y locales se ve trabada por la dudosa capacidad de quienes los administran. Eso por lo menos sugiere el hecho de que, hasta el momento, ocho regiones no hayan comprometido inversiones con esta modalidad. O que los gobiernos de Amazonas o Huánuco hayan presentado un solo proyecto a , mientras que San Martín y Lambayeque, ninguno. 

Esto no significa que los funcionarios de estos gobiernos no puedan encontrar proyectos capaces de despertar el interés de la empresa privada. Sobre todo si consideramos, por ejemplo, que Amazonas presenta uno de los mayores niveles de pobreza del país o que el 34,7% de la población en Huánuco carece de acceso al agua potable. Y sin embargo, el interés por el desarrollo de OxI ha sido revalidado más bien desde el Gobierno Central. Particularmente ante un escenario de desaceleración económica, en que no aprovechar un programa eficiente para incentivar la ejecución de obras de infraestructura pública sería un enorme despropósito. 

Por ello, como parte del tercer paquete reactivador, en noviembre del 2014, el Ejecutivo propuso la ampliación del programa para trasladar sus beneficios a los sectores de salud, educación, agricultura y orden público, lo que ha sido aprovechado por algunos ministerios. El de Educación, por ejemplo, ha presentado 264 proyectos, buscando comprometer una inversión de S/.1.335 millones bajo la referida modalidad.

Y ahora, el reciente pedido de facultades legislativas planteado por el jefe del Gabinete, , propone ampliar el ámbito de aplicación de OxI a todos los niveles del gobierno, lo que permitirá que sectores como vivienda, energía o comunicaciones aprovechen también la efectividad del sector privado y le abrirá a este nuevas perspectivas. 

La pregunta, entonces, es ¿no podría el Ejecutivo, en ese espíritu de expansión de OxI, impulsar la asesoría y el desarrollo del mismo hacia los gobiernos regionales, que tanto lo necesitan? Por lo pronto, esa sería, sin duda, una forma inteligente de reactivar la economía y reducir el alto nivel de conflictividad que hoy afrontamos en diversos lugares del país. Un sano contagio, en suma.