Nunca se ha hecho más urgente que hoy divulgar los conocimientos que existen sobre la locura, poniendo al alcance de la mayoría las conquistas de la ciencia que trata a esos enfermos. En torno a ellos hay muchos prejuicios. Se trata de ocultarlos y no se habla de sus antecedentes familiares donde también pudo haber alienados. Lo más grave es que al médico no se le ofrece esta información singularmente útil. Respecto al tratamiento, muchas familias con posibilidades económicas prefieren mantener en casa al enfermo. Los pobres van al manicomio.
H.L.M.