Nada halaga más a los que se preocupan por el porvenir del Perú, que ver el intenso desarrollo que va adquiriendo entre nosotros el deporte, base del desarrollo físico y virilidad del organismo. La debilidad de nuestro clima exige a sus habitantes el defenderse buscando los medios de contrarrestar el enervamiento que la vida sedentaria tiende a producir. Aplaudimos la acogida que diarios y revistas prestan hoy a la propaganda de esta evolución en las costumbres de nuestro pueblo. El deporte, no hay que olvidarlo, es bueno en el orden físico y también en el moral. H.L.M.
Contenido sugerido
Contenido GEC