Esta semana, la presidenta del Partido Nacionalista, Nadine Heredia, señaló que su partido contará con candidato propio en el 2016. Y, para tristeza del periodismo, reiteró que ella no sería la candidata. Entonces, ¿quién podrá ser el delfín del nacionalismo?
Una fuente oficialista indicó que podría ser el ministro Daniel Urresti. “En CADE demostró su capacidad y solvencia técnica, los avances en la lucha contra la percepción de inseguridad son notables... Además, sería divertido ver cómo el bigote de Rospigliosi se pone verde de la cólera”, nos indicó nuestra fuente.
Otra fuente vinculada al humalismo no descartó dicha posibilidad, aunque deslizó el nombre de Fredy Otárola. “Todos recuerdan la gran presidencia del Congreso que tuvo, y su trabajo como ministro de Trabajo habla por sí solo. Además, es el único cuya oratoria puede hacer frente a la de Alan García”, indicó con gran entusiasmo el nacionalista consultado.
Y con ellos también se vocean a varios de los congresistas más representativos del nacionalismo: el ilustre Leonidas Huamaya, la carismática Doris Oseda, el sagaz Roberto Angulo y el valiente Cristóbal Llatas, por mencionar solo a algunos de los más conocidos.
Con este panorama, el problema del nacionalismo no será encontrar un candidato presidencial para el 2016. El problema será escoger solo a uno de una lista tan competitiva de presidenciables.