El académico Diccionario de americanismos (2010) consigna esta locución verbal documentada en el Perú, Nicaragua, Colombia, Bolivia, Argentina y Uruguay, con el sentido de “ser alguien objeto de crítica o comentarios sin estar presente”. Véase este uso de Vargas Llosa en ¿Quién mató a Palomino Molero?: “–Andan diciendo cosas –escupió Don Jerónimo, cuando llegaron al taxi–. ¿No le han ardido las orejas?” (Barcelona 1986, p. 31).