En el Perú se usa el diminutivo perita como sustituto del derivado perilla ‘barba corta en punta’ (de pera ‘fruto’). Según el DRAE vigente (2001), la quinta acepción de perilla se circunscribe solo a México como equivalente de picaporte ‘manija de forma más o menos esférica que sirve para abrir o cerrar una puerta’. Sin embargo, en el Elogio de la Madrastra, Vargas Llosa se refiere a un niño y su nana, quien al salir de una habitación: “Se volvió a mirarlo ya con una mano en la perilla” (Barcelona 1988, p. 195).