Este modismo, al parecer exclusivo de nuestra lengua familiar, se usa más corrientemente en forma reflexiva: sacarse conejo. Significa ‘hacer tronar una articulación, especialmente de los dedos de las manos’. En su libro No me esperen en abril, escribe Bryce en referencia a cierto personaje: “… millones de sonoros conejos se sacó de las nerviosísimas manos” (Lima 1995, p. 294). Este sentido peruano de conejo ya se incluye en el académico Diccionario de americanismos (2010).