El hoy prófugo de la justicia Martín Belaunde Lossio se hizo famoso en la campaña del 2006 por ser uno de los hombres fuertes del entonces radical candidato Ollanta Humala. Lo acompañaba a las entrevistas de televisión, le manejaba la estrategia de comunicación de campaña, le recomendaba con quién hablar, con quién no, qué decir y qué callar. Según registros de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Belaunde Lossio aportó alrededor de 300 mil soles para financiar la campaña y fundó, en ese entonces, el diario “La Primera”, que se convirtió en el vocero del humalismo.
Sobre las relaciones de Belaunde Lossio y la pareja Humala-Heredia entre el 2006 y el 2011, se sabe poco. Lo cierto es que no hubo nunca un pleito público, una discrepancia o una ruptura evidente. Es más, si bien el prófugo no tuvo una participación trascendental en la última campaña, al partido de Nadine Heredia no le ha quedado más que reconocer que sí participó en la segunda vuelta de las últimas elecciones, aunque no de manera orgánica (vaya usted a saber qué quiere decir eso).
Actualmente, Martín Belaunde Lossio se encuentra escondido en alguna parte del Perú y enfrenta serios cuestionamientos por haber favorecido con dinero público empresas con las que él tendría vínculos. Los indicios saltan en las regiones, pero dan cuenta también de sus intentos por influir en las decisiones de los congresistas nacionalistas que hoy lo niegan. ¿Cuáles eran los negocios ilícitos del señor Belaunde Lossio? ¿A quiénes favorecían? ¿Cuál es su vínculo con la bancada de gobierno? ¿Cuán involucrados están Ollanta Humala y Nadine Heredia en los complejos lobbies de su ex financista?
Las preguntas se multiplican y las respuestas escasean. No hay claridad en el discurso nacionalista y ya nadie parece saber cuál fue el rol de Belaunde Lossio durante los últimos diez años. Sin embargo, más allá de lo que arrojen las investigaciones, ya es hora de que el partido de gobierno se deje de cantinfladas y asuma su realidad: Martín Belaunde Lossio es un personaje sobre el que pesan demasiadas sospechas de haber estado haciendo negocios ilícitos con gobiernos regionales. Martín Belaunde Lossio es, hasta donde se sabe, un entusiasta del proyecto nacionalista y un amigo cercano de la pareja presidencial. Martín Belaunde Lossio es un prófugo de la justicia a quien le gusta insinuar que tiene información que compromete a todos. Martín Belaunde Lossio es mucho más que una piedra en el zapato. Es el típico amigote que lleva tarjetas del presidente en la billetera para conseguir que le “agilicen” los trámites. Es esa nueva casta de corruptos que está carcomiendo al país a punta de amiguismos y tarjetazos.
Martín Belaunde Lossio es, en resumen, una explicación pendiente. Es muchísimo lo que se debe aclarar.