Cholo soy, por Rolando Arellano
Cholo soy, por Rolando Arellano
Rolando Arellano C.

Aunque no lo conozco personalmente, me gustaría reconocer en estas Fiestas Patrias a un personaje que ha tenido una influencia fundamental en la formación de la identidad peruana de hoy, don Luis Abanto Morales. Ello, aceptando de inicio que lo cholo es la esencia de este Perú cada vez más mestizo y consciente de sus mezclas.

Gran parte de la música peruana del siglo XX estuvo marcada por una visión de extremos sociales o raciales. Felipe Pinglo se quejaba en sus valses de ser discriminado por plebeyo. Chabuca Granda cantaba a la morena mestiza, de color canela, y Alicia Maguiña le cantaba tristemente al indio, que nació cuando la luz se hizo sombra. En el otro extremo triunfaban los cantantes folclóricos, con sus huainos y mulizas, que le hablaban solo al andino neto. Nadie alababa al cholo, palabra que parecía insulto, hasta que apareció el cholo Abanto y revolucionó el ambiente.

Don Luis Abanto Morales, triplemente mestizo pues nace en Trujillo, se cría en Cajabamba y luego crece en Lima, hizo famosos temas como el “Mambo de Machaguay”, burlándose así del ritmo que el cubano Pérez Prado puso de moda en Lima, poniéndolo en tono serrano. Luego salió a decirles a todos que era cholo y que no quería compasión, pues no necesitaba del blanco para ser feliz. Y, posteriormente, hizo famoso al provinciano que por locas ilusiones deja su pueblo para venir a Lima, y que luego de mucho sufrimiento triunfa, sin olvidar su pasado. 

No necesariamente fue el autor de las canciones, pero sin duda fue el primero que puso en vitrina al nuevo cholo, y el primero que se paró ante la sociedad tradicional, con sus símbolos de citadino exitoso, corbata, reloj de oro y múltiples sortijas, a decirle que el cholo sí puede ser triunfador. Remarcándolo, además, con el jajay burlón (cachaciento diríamos en peruano) que acompañaba sus canciones.

Y es por esa trocha abierta por don Luis que luego pueden entrar la chicha, los Chapis y, sobre todo, Chacalón, haciendo bailar y temblar los cerros. Y también es la puerta para Tongo, Corazón Serrano y ese 77% de peruanos urbanos (61% en el llamado NSE A) que en nuestros estudios responde sin dudar “mestizo” –forma “científica” de decir “cholo”– cuando se le pregunta sobre su raza. Ello sin saber que don Luis, hace 70 años, empezó a mostrar ese orgullo cholo que hoy está presente en todo el Perú.

En fin, mientras festejamos en la figura de San Martín a los libertadores del Perú, sería de justicia que el país, y nuestro presidente, el "cholo" PPK [ver “Tres cholos”, El Comercio, 31 de julio del 2009], reconozca también en don Luis Abanto Morales, de 93 años, a los forjadores de la nueva cultura peruana.