Ante posibles desbordes de lagunas en la Cordillera Blanca, propiciados por las fuertes lluvias y elevadas temperaturas del fenómeno de El Niño, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y funcionarios locales reforzaron las labores de monitoreo en 830 lagunas de origen glaciar en la región.
Según Alejo Cochachín Rapre, de la Unidad de Glaciología y Recursos Hídricos de la ANA, dos de las lagunas concentran la mayor preocupación de los especialistas debido a su tamaño y cercanía a grandes centros poblados. Se trata de las lagunas Palcacocha, cerca de Huaraz, y Parón, cerca de Caraz.
“En la primera ya se trabaja la reducción de volumen mediante tuberías para retirar el agua, lo que ayuda a reducir el riesgo. En la segunda hay una compuerta instalada en los años 70, que sería abierta en caso aumente el nivel del agua. Hemos dispuesto, además, que la comunicación por radio se mantenga las 24 horas”, dijo.
El monitoreo forma parte del Sistema de Alerta Temprana (SAT), diseñado el 2011 para el Proyecto Glaciares 513, de la Cooperación Perú-Suiza. La iniciativa lleva ese nombre por haberse probado en la laguna 513, ubicada en el nevado Hualcán.
“El SAT funciona con sensores (geófonos) instalados en la misma laguna, que miden los movimientos del agua en tiempo real. Esta data es enviada a una estación meteorológica 1.000 metros más abajo, que brinda información acerca del clima, del caudal del río, de la cantidad de precipitaciones y de la velocidad del viento”, informaron voceros de la Cooperación a El Comercio en noviembre del 2014, cuando comenzó el proyecto.
A la fecha se desarrolla la segunda etapa, que comprende a todas las lagunas, así como una capacitación permanente y asistencia logística para los monitores de Defensa Civil de Caraz.
[Lea más en nuestra edición impresa]