JORGE MALPARTIDA
A los 16 años, Carlos Juárez Guila ya formaba parte del cuerpo de voluntarios de la Cruz Roja de Arequipa. Su gran vocación de servicio y preocupación por el prójimo lo llevaron a participar activamente, a pesar de su corta edad, en la atención de emergencias y acciones de ayuda social. Por ejemplo, Carlos, con solo 24 años, estuvo presente en la evacuación de los damnificados del volcán Ubinas y en el rescate de los heridos del accidente de la empresa Julsa que se suscitó en el sector de Pampa de Arrieros, el pasado 5 de junio.
“Carlitos, al igual que yo, es periodista de profesión, pero muchas veces, cuando su trabajo lo lleva a cubrir un accidente, aunque llega primero que todos, deja de lado la primicia para atender a las personas”, cuenta su amigo de la Cruz Roja Javier Rodríguez Riega.
Una mala jugada del destino quiso que la mañana del lunes 23 de junio, Carlos se convirtiera en la víctima de una fatalidad, esa que tantas veces había tratado de combatir en su labor de rescatista. Aproximadamente a las 10 a.m., en el kilómetro 4,5 de la variante de Uchumayo, empezó una fuga de gas licuado de petróleo de un camión–cisterna de la empresa Benetton Transportes E.I.R.L. El chofer de este vehículo, que transportaba 9.000 galones de combustible, dañó las válvulas de seguridad con una mala maniobra.
Luego de que se dio la voz de alarma, un grupo de bomberos de la Compañía 78 se empezó a acercar hacia el camión. En esos momentos, Carlos y su compañera de trabajo en TV UNSA, Mitsu Alvarado Soto, regresaban de cubrir para el noticiero un accidente de tránsito a pocos metros de la zona en donde se producía la fuga de gas. Al escuchar las sirenas, el equipo de reporteros siguió a los bomberos a bordo del vehículo del canal.
Carlos y Mitsu se bajaron del carro y comenzaron a acercarse al sitio de la fuga detrás de los bomberos para iniciar las grabaciones. Segundos después, un chispazo produjo una enorme deflagración que alcanzó a los periodistas, bomberos y un grupo de obreros que trabajan por la zona. Debido a que no contaban con trajes de protección, los reporteros de TV UNSA fueron los más perjudicados de los quince heridos del accidente. Mitsu y Carlos, luego de recibir el golpe directo de las llamas, sufrieron quemaduras de tercer grado en el 87% y 81% de sus cuerpos, respectivamente.
En estos días de intensa lucha, Carlos recibió entre 8 y 10 litros de suero para mantenerse hidratado. También resistió hasta 12 veces al día el cambio de vendas y apósitos para evitar infecciones.
Carlos Juárez, el padre de Carlos, contó que su hijo mayor, a pesar del dolor de las curaciones, resistía con valentía. “Debido a sus años en la Cruz Roja, él es consciente de lo que le ha pasado. Esa experiencia atendiendo a los demás le sirve para sobreponerse y no rendirse”, expresó el padre de este joven días antes de su partida.
El periodista falleció hoy, a las 7:30 a.m., debido a un paro cardíaco. Sus familiares y amigos destacan su resistencia y que luchó contra la muerte hasta el final, como todo buen brigadista. Hasta siempre, Carlos.