Tener dinero en efectivo es una de las principales necesidades para realizar trámites y compras durante el día. Ello también representa una gran preocupación, sobre todo para las personas que teniendo una tarjeta de crédito no disponen de billetes y monedas por los intereses, la línea de crédito y otros compromisos asumidos con su entidad bancaria. Por ello, los avisos que prometen “convertir el saldo de compras de tu tarjeta de crédito en dinero al instante” son vistos como una opción, pero una muy peligrosa que incluso podría convertirlo en coautor de más de un delito.
Estos anuncios abundan en postes, paredes y diferentes rincones de las ciudades. Asimismo, cada vez más se los observa en las redes sociales, especialmente en Marketplace, la plataforma de compra y venta en línea de Facebook.
En estos avisos figuran números de contacto para realizar el acuerdo y frases que afirman que se trata de una operación “rápida y segura”.
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Sin embargo, nada eso es verdad. Realizar este tipo de trámites no solo pone en riesgo su cuenta bancaria e información sensible: usted puede convertirse en el coautor de más de un delito.
El modus operandi
Un reportero de El Comercio contactó a diferentes números que ofrecen el servicio previamente descrito. Luego de indicar el monto que se desea retirar, la persona indica cuánto cobrará de comisión por el trámite. Usualmente, se trata de un porcentaje de entre 10% a 15%, dependiendo del monto
¿Cómo se realiza el cambio del saldo de la línea de crédito por dinero en efectivo? Las respuestas recibidas revelaron un mismo patrón de actividad que consta de tres pasos principales:
- Pasar la tarjeta de crédito como una compra, pero sin la entrega un producto
- El dueño de la tarjeta elige el número de cuotas que desea pagar a su banco.
- Se entrega el dinero en efectivo
Luego de aceptar las condiciones, la persona invita al interesado a acudir en una fecha y hora determinada a un encuentro presencial. En la mayoría de casos contactados, se ofreció ir a una tienda física, lo que da mayores luces sobre cómo se concreta esta modalidad fraudulenta de obtener dinero.
Una operación fraudulenta y doblemente costosa
Walter Eyzaguirre, experto en finanzas y director de T4 Academy, explicó a El Comercio que la modalidad descrita existe hace más de diez años en el Perú. Las personas que la ofrecen realizan la simulación de una compra para entregar dinero en efectivo. “La ganancia que obtienen está en la comisión que te cobran. Usualmente, se llevan entre 10% a 15% del dinero entregado”, explicó.
Eyzaguirre indicó que se trata de una operación al margen de la regularidad por dos motivos principales. “El titular de la cuenta de crédito y la persona que opera el trámite contribuyen a cometer un fraude. En primer lugar, realizan un engaño a la institución bancaria, porque simulan que se está haciendo una compra, pero no se compra ningún producto. En segundo lugar, se está haciendo una intermediación financiera no autorizada, porque este retiro de dinero solo se puede hacer a través de un banco”, explicó.
“Al dinero que te descuentan, faltan los intereses que tú le vas a pagar a tu banco. Las compras con tarjeta de crédito llevan intereses según el acuerdo de cada persona con su banco; en promedio, estos intereses oscilan entre 70% a 120%. Entonces, puedes terminar pagando el doble a tu banco”, señaló Eyzaguirre.
En esa línea, el experto indicó que, si un usuario con tarjeta de crédito desea obtener dinero en efectivo, realizarlo a través de su entidad bancaria puede ser una alternativa con menor con costo que hacerlo mediante uno de los anunciantes mencionados. “Lamentablemente, esto se desconoce por falta de educación financiera”, subrayó.
Por otro lado, Eyzaguirre dijo que acceder a uno de estos trámites puede ocasionar otros riesgos para el titular de la cuenta. “Podrían clonar tu tarjeta, sacar más dinero, vaciar tu línea de crédito y utilizar tus datos personales”, indicó.
¿Qué delitos cometerías si realizas estas operaciones y con cuántos años de cárcel se castigan?
Eduardo Rojas, socio del área tributaria del estudio Benites, Vargas & Ugaz Abogados, indicó a El Comercio que la práctica descrita se trata de una “variante sofisticada de estafa”, que tiene elementos delictivos y puede escalar hasta ser la acción de una organización criminal.
“En estos casos, se comete un fraude contra una entidad bancaria. Además, la simulación de la compra para obtener el efectivo necesita de una tienda física, que se presta para la operación y no despacha ningún producto. Entonces, esta práctica incluye eventualmente a pequeños y medianos negocios”, señaló.
Asimismo, indicó que, si la persona desconoce la compra e indica a su entidad bancaria que se trató de un robo, comete otra estafa. “Cuando el usuario de una tarjeta de crédito sufre un robo y a través de su cuenta realizan operaciones que no reconoce, el usuario puede alegar un fraude ante su banco y obtener la devolución de su saldo. Entonces, si una persona opta por ese camino luego de realizar el retiro fraudulento que hemos descrito, está cometiendo una estafa contra el banco”, sostuvo.
Roberto Pereira, socio del área penal de Benites, Vargas & Ugaz Abogados, explicó a este Diario que tanto la persona que opera la simulación de la compra como el titular de la cuenta de crédito podrían ser investigados como coautores de dos delitos.
“El primero es delito de estafa y el perjudicado es la entidad bancaria. De acuerdo al artículo 196 del Código Penal, este delito sanciona a los responsables con una pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de seis años. Además, se configura el delito de apropiación ilícita común. Este artículo indica que el que en su provecho o de un tercero se apropia indebidamente de una suma de dinero o un valor que ha recibido en depósito, comisión, administración u otro título semejante que produzca obligación de entregar, devolver, o hacer un uso determinado, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años”, explicó.
Por su parte, Rojas indicó que si el dinero en efectivo conseguido de manera fraudulenta se deposita en una cuenta bancaria, la persona podría ser investigada por un desbalance patrimonial injustificado. “Si depositas en tu cuenta el dinero que has retirado y ese monto no es el que habitualmente recibes, la SUNAT puede investigarte por un desbalance patrimonial injustificado. Esto puede ir de la mano con una investigación por lavado de activos por parte de la Unidad de inteligencia financiera del Ministerio Público”, advirtió.