Durante las protestas en Puno, una turba destruyó parte del cerco del aeropuerto de Juliaca. No hubo detenidos. El Ministerio del Interior anuncia sanciones por actos violentos (Foto: cortesía)
Durante las protestas en Puno, una turba destruyó parte del cerco del aeropuerto de Juliaca. No hubo detenidos. El Ministerio del Interior anuncia sanciones por actos violentos (Foto: cortesía)
Redacción EC

La huelga que acatan diversos sindicatos de docentes en 12 regiones del país no solo sigue sin solución a la vista, sino que con el paso de los días incrementa sus niveles de violencia.

Las marchas continuaron ayer en varias regiones. En la ciudad de Cusco, los maestros protestaron en la plaza Túpac Amaru, mientras que en las provincias de Espinar y Chumbivilcas se movilizaron por varias calles.

En Apurímac, según la policía, un grupo de 20 profesores bloqueó durante algunas horas la vía de salida e ingreso a la mina Las Bambas, ubicada en la provincia de Cotabambas.

El pico más alto de violencia se registró en Puno, donde además de las protestas y movilizaciones, una turba intentó ingresar al aeropuerto Inca Manco Cápac de Juliaca; luego quemó llantas en los exteriores y destruyó parte del cerco perimétrico. La policía tuvo que dispersar al grupo con bombas lacrimógenas. Los vuelos fueron suspendidos para no poner en riesgo a los pasajeros.

En esa región, la dirigencia del Sutep, que lidera César Tito Rojas, está ligada con el Comité Nacional de Reorientación y Reconstrucción del Sutep (Conare). Esta última agrupación no es reconocida por el Minedu como interlocutor válido, debido a su vinculación con el Movadef, movimiento de fachada del grupo terrorista Sendero Luminoso.

–Sin diálogo en Cusco–
Una de las regiones más afectadas es Cusco, en donde el Sindicato Único de Trabajadores de Educación (SUTE-Cusco) inició la paralización hace 35 días. Los docentes reclaman que se les incremente el piso salarial a S/2.000 a fines de este mes y que progresivamente llegue hasta una UIT (S/4.050).

Unos 400 mil escolares cusqueños no asisten a clases desde esa fecha. La ministra de Educación, Marilú Martens, reiteró ayer que los alumnos podrían perder el año escolar si se cumplen 60 días de paralización.

Hace una semana, el Ministerio de Educación (Minedu) exhortó al Gobierno Regional del Cusco (GORE Cusco) a descontar a los profesores que no dictan clases.

Ayer, el primer ministro Fernando Zavala insistió e invocó al gobernador del Cusco, Edwin Licona, a “asumir las responsabilidades que le competen y garantizar el descuento de ley que corresponde a los docentes que no asistan a clases”. Zavala también pidió a los docentes en huelga que no realicen manifestaciones violentas que afecten a otros ciudadanos.

Este Diario se comunicó con el gobernador Licona, quien dijo que no podía dar declaraciones pues estaba en una reunión con los dirigentes del SUTE-Cusco. En los últimos días, durante las protestas, Licona casi no se ha pronunciado sobre esta situación, pese a que su región es la más perjudicada por las protestas, debido a los constantes bloqueos en las carreteras y vías férreas que conducen a Ollantaytambo y desde este punto hacia Machu Picchu, así como por la destrucción de un muro del aeropuerto Velasco Astete. Esto ha afectado a los miles de turistas nacionales y extranjeros que diariamente visitan esta región.

Durante esta prolongada crisis, el Minedu y el SUTE-Cusco han sostenido mesas de diálogo, pero sin llegar a acuerdos. Días atrás, los directivos de este gremio informaron que habían pedido la presencia de representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) para buscar una solución.

Voceros del Viceministerio de Gobernanza Territorial de la PCM negaron ayer ese pedido e indicaron que se trata de un tema regional.

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