El motivo de que el sismo de 5.1 grados ocurrido en la localidad de Misca, provincia de Paruro, en Cusco, tuviera graves consecuencias es la cercanía del epicentro al pueblo afectado.
"Los daños responden a un tema de distancia del epicentro, que en esta ocasión es de 7 kilómetros a la localidad", señaló el ingeniero Hernando Tavara, del área de prevención de desastres en sismología del Instituto Geofísico del Perú.
Indicó además que el motivo de que exista tantas viviendas afectadas es que se trata de casas que en muchos casos tienen años de antigüedad sin mantenimiento, debido a que ciudadanos olvidan que en el Cusco siempre han habido sismos de gran magnitud.
"Lo mismo sucedió en Pisco, donde hubo gran cantidad de viviendas dañadas. Habría que preguntarse cuánto años tienen las viviendas en el Perú" dijo, y recordó que en el valle del Cusco en 1986 un sismo de 5.6 produjo similar daño. En esa ocasión se debió a la falla de Coricocha, mientras que en esta ocasión fue la falla de Paruro la que generó el movimiento.
El valle del Cusco está cerca de fallas geológicas que posibilitan la ocurrencia de sismos. Ante ello, la población debe estar preparada, y eso implica que se preste atención a la situación de las viviendas. "La historia del Cusco dice que ha habido siempre sismos y la historia se repite, pero la gente olvida rápido", precisó el especialista.