Se cumplen 40 años de uno de los desastres naturales que más daños provocó en Tumbes y Piura. El Meganiño de 1982-83 le costó al Perú mil millones de dólares: se afectaron 111 mil viviendas, murieron 512 personas, más de 25 mil se enfermaron y 587 mil se quedaron sin hogar.
En Perú, estas historias se repiten cada cierto tiempo y es como si nada se hubiera aprendido. Esta semana, El Comercio recorrió Piura para conocer la dramática situación que viven algunas de las 68 mil personas afectadas por las lluvias, los desbordes de ríos, las inundaciones y los huaicos en esta región. Por ejemplo, en una zona muy céntrica de Piura, la urbanización Ignacio Merino, el agua entró a las casas por las puertas y los desagües atorados, y en las calles el nivel les llegó hasta el pecho.
La lluvia del sábado 1 de abril los dejó completamente inundados. Recién cinco días después lograron desaguar todo y esa misma noche otra nueva tormenta los volvió a inundar. Esta zona es una de las 9 cuencas ciegas de la ciudad, que tiene un sistema para evacuar las aguas, pero la bomba está malograda y siempre se inundan. La colocaron después del Meganiño del 83 y aún no la cambian.
MIRA: En abril se esperan lluvias superiores a los valores normales
Cerca de esta zona se ubica otra urbanización, El Chilcal. “Desde el 83 vivimos esto aquí. Sé muy bien la realidad. Yo tenía nueve años, y aquella vez la inundación me tapaba y teníamos que salir en balsas; los mismos vecinos se organizaron. Hicieron un dren que debería evacuar las aguas, pero nunca funciona”, cuenta Baltazar Saavedra Céspedes, de 49 años, quien el Jueves Santo estaba inundado hasta la cintura.
El ingeniero Manuel More More, una de los más reconocidos investigadores piuranos de El Niño, era un joven estudiante cuando todo ocurrió. A sus 73 años aún le duele recordar esa época. Su padre era un agricultor que lo perdió todo.
El diluvio de los años 80
Según este especialista, hasta ahora nada se compara con lo que ocurrió en los 80, porque las lluvias empezaron en diciembre del 82 y duraron hasta la primera semana de mayo del 83. En esos años llovió un acumulado de 2.250 litros por metro cúbico. Los siguientes Niños bajaron su intensidad acumulada: 1998 (1.700 litros por m3) y el 2017 (700 litros por m3). Del 2023 aún no es posible saberlo porque el fenómeno está en pleno proceso. Sin embargo, especialistas han señalado que la lluvia del último jueves fue la más fuerte de los últimos 25 años.
Desde el 83, la ciudad de Piura pide a gritos un dren pluvial. Sin embargo, esa obra hasta ahora no es realidad, pese a los intentos anunciados incluso desde el más alto nivel de gobierno, a través de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC). También se está pidiendo canalizar el río Piura antes de que llegue a Sechura y toda la zona baja de la provincia. Eso tampoco ha podido ejecutarse.
El ingeniero especialista del Senamhi, Héctor Yauri, explica que en esta temporada de tormentas la temperatura del mar y las condiciones metereológicas registran un “acoplamiento perfecto” que están provocando lluvias extremas nocturnas. Aunque las lluvias del 98 fueron más fuertes que las registradas hasta ahora en Piura, sí afirma que se han roto algunos records históricos como en Puerto Pizarro (Tumbes).
Un Niño impredecible
Sobre la historia de los Niños, More explica que cada fenómeno se viene presentando de forma diferente y cada vez es más impredecible. Antes, con el Niño clásico, el mar se iba calentando meses antes y de esa forma se podría predecir mejor. En cambio, el año pasado no se registraron condiciones propias del fenómeno y de alguna forma ha sido más sorpresivo.
Hasta el momento, la temporada de lluvias ha dejado 15 fallecidos en Piura. La última víctima es un menor de 9 años que fue arrastrado por un huaico en el distrito de Suyo, en la provincia piurana de Ayabaca. En todo el departamento hay más de 68 mil personas afectadas. Ellos están entrando en desesperación, porque el dengue avanza, el agua les sigue llegando al cuello y las tormentas no dan tregua.