Agentes de la Policía Nacional incautaron más de una tonelada de carne de caprinos y ovinos, aparentemente sacrificados en locales clandestinos, a la altura del kilómetro 188 de la Panamericana Sur, en Chincha.
La carne se encontraba en sacos y embalada en un bus cuando los agentes, acompañados por médicos veterinarios del Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (Senasa) realizaron la intervención. Además, se encontró más mercadería dentro del almacén de la empresa Cueva.
Los galenos del Senasa determinaron que la carne, vísceras y cabezas de los animales sacrificados no contaban con garantías y estaban siendo trasladadas en condiciones inadecuadas, por lo que ordenaron su incineración por peligro a la salud pública.