Imposible no pensar en Henry Meiggs al ver el estropicio moral, político, administrativo y legal causado por las admitidas prácticas corruptas de la empresa Odebrecht. Como en la época en que se consolidó la principal infraestructura ferroviaria del Perú, hoy otras iniciativas que buscaban (al menos formalmente) acortar distancias terminan acercando el país al abismo.
Entre 1869, año en que llega al Perú invitado por el presidente Pedro Diez Canseco, y 1877, el año de su muerte, Meiggs fue el principal responsable del mayor esfuerzo en infraestructura de transporte realizado hasta entonces. Con comprobados pagos de soborno, que registraba en una ordenada libreta de apuntes, Meiggs construyó los principales ferrocarriles de la época. El monte Meiggs, una montaña rojiza en los Andes centrales, ha perennizado –con cierta injusticia– el apellido del constructor.
Plenamente instalado el siglo XXI, los gobiernos que se sucedieron decidieron construir numerosas obras de infraestructura, cuya utilidad y conveniencia, justificada o injustificadamente, hoy es puesta en cuestión.
El Perú presenta un innegable déficit de infraestructura, estimado por la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico en algo más de US$160.000 millones (de los cuales US$57.500 millones corresponden a transporte). Reducir dicha brecha tiene hoy, lamentablemente, una legitimidad limitada, dado el vergonzoso entorno plagado de prácticas corruptas.
La Asociación para el Fomento de la Infraestructura (AFIN), el gremio que agrupa, entre otras, a las grandes constructoras que operan en el país, auspicia periódicamente la estimación mencionada en el párrafo previo. Hasta hoy no ha hecho un deslinde con prácticas como las que ejecutó Odebrecht.
¿Odebrecht –que opera en el Perú desde 1979– forma parte de AFIN? La página web institucional del gremio no permite saberlo, ya que no se da a conocer a sus asociados. De formar parte de AFIN, ¿ha recibido alguna sanción?
La historia, pues, no es nueva: en el siglo XIX, Meiggs y su libreta de apuntes; en el XXI, Odebrecht y su “división de operaciones estructuradas”. Para resumir el período en el que Meiggs fue un actor clave, Alfonso Quiroz (“Historia de la corrupción en el Perú”, IEP-IDL, 2013) recoge una cita, atribuida a un político liberal: “El Perú dejó de ser una nación de ciudadanos y se convirtió en una sociedad de mercaderes”.
Cuando la tormenta que recién empieza haya pasado, y pensando en las brechas que debe acortar el país, vale la pena preguntarse cómo hacer para que el desarrollo de la infraestructura esté más cerca de los ciudadanos y lo más lejos posible de los mercaderes.
La respuesta a esta interrogante deberá guiar las gestiones de gobierno en todos los niveles.