1 / 20 El papa Francisco en su paso por Buenos Aires. (Foto: Ralph Zapata)
2 / 20 El papa Francisco en su paso por Buenos Aires. (Foto: Ralph Zapata)
3 / 20 El papa Francisco en su paso por Buenos Aires. (Foto: Ralph Zapata)
4 / 20 El papa Francisco en su paso por Buenos Aires. (Foto: Ralph Zapata)
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8 / 20 El papa Francisco en su paso por Buenos Aires. (Foto: Ralph Zapata)
9 / 20 El papa Francisco en su paso por Buenos Aires. (Foto: Ralph Zapata)
10 / 20 El papa Francisco en su paso por Buenos Aires. (Foto: Ralph Zapata)
11 / 20 El papa Francisco en su paso por Buenos Aires. (Foto: Ralph Zapata)
12 / 20 El papa Francisco en su paso por Buenos Aires. (Foto: Ralph Zapata)
13 / 20 (Foto: Ralph Zapata)
14 / 20 Luego de este punto, el Sumo Pontífice seguirá su curso hasta la Plaza de Armas de Trujillo. (Foto: Ralph Zapata)
15 / 20 El papa Francisco en su paso por Buenos Aires. (Foto: Ralph Zapata)
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17 / 20 El papa Francisco en su paso por Buenos Aires. (Foto: Ralph Zapata)
18 / 20 El papa Francisco en su paso por Buenos Aires. (Foto: Ralph Zapata)
19 / 20 El papa Francisco en su paso por Buenos Aires. (Foto: Ralph Zapata)
20 / 20 El papa Francisco en su paso por Buenos Aires. (Foto: Ralph Zapata)
Este sábado, el papa Francisco visitó a los damnificados de El Niño Costero del barrio Buenos Aires, en Trujillo. Hasta este lugar llegaron unas 5 mil personas, la mayoría de ellos vecinos que padecieron los siete huaicos en Trujillo durante El Niño.
Desde las 8 a.m., las personas se apostaron a lo largo de la calle Pedro Herrera, por donde el Papa avanzó hasta la plaza de Armas. Esta vía ha cambiado de nombre a Papa Francisco debido a la visita de la autoridad de la Iglesia católica.
Este lugar pertenece al distrito de Víctor Larco, y aquí unas 3 mil personas resultaron damnificadas, y otras 11 mil fueron afectadas. Además, 700 viviendas resultaron dañadas, según Defensa Civil.
En su homilía en la explanada de Huanchaco, se refirió a la esperanza y fe en la reconstrucción de las ciudades devastadas por el citado fenómeno.
Luego de este punto, el Sumo Pontífice siguió su curso hasta llegar a la Plaza de Armas de Trujillo.
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