La quebrada Santo Domingo, ubicada en el distrito trujillano de Laredo, es conocida porque sobre ella se graficaron en la antigüedad decenas de geoglifos. Uno de ellos, el más famoso, conocido como el Triple Espiral, acaba de ser destruido por un grupo de invasores.
Las fotografías publicadas evidencian la desaparición total del geoglifo, cuya producción data de hace 600 años. Según las evidencias arqueológicas, la imagen se hizo durante la fase más tardía de la sociedad Chimú.
Los autores del atentado son invasores agrícolas que buscan destruir toda evidencia arqueológica para irrigar las tierras sin problemas, denuncia el representante en Trujillo de la Asociación Peruana de Arte Rupestre (APAR), Víctor Corcuera.
Agregó que la destrucción del Triple Espiral fue adrede, porque la maquinaria solo pasó sobre el geoglifo y no se aprecia ninguna intención de crear surcos para sembrar.
El fotógrafo documentalista José Carlos Orrillo Puga, que prepara un trabajo audiovisual sobre la quebrada, advirtió que la destrucción continuará. “Hay trochas carrozables hacia otros sectores en donde aún quedan geoglifos intactos”, afirmó.
El arqueólogo Gori Tumi Echevarría publicó en el 2010 un estudio sobre los geoglifos de la quebrada Santo Domingo. En este detalla que el Triple Espiral “es uno de los más impresionantes”.
“La destrucción del Triple Espiral es una desgracia para la arqueología peruana, que no puede permitir que estas evidencias sean destruidas de manera tan impune”, dijo ayer en diálogo con El Comercio.
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