En la Huaca de la Luna, en Moche (Trujillo, La Libertad), un grupo de especialistas libera de adobes y arena un muro de unos 1.500 años de antigüedad. A diferencia de otros descubrimientos en este templo, en la pared destacan frisos de figuras humanas tomadas de las manos de al menos 1,60 metros de altura cada uno.
Las figuras se parecen a los danzarines descubiertos en el patio principal del palacio, el sector más impactante de la Huaca de la Luna para los turistas por su enorme fachada escalonada con frisos de colores.
Sin embargo, las nuevas figuras humanas tienen un fondo gris o azul y sobre la cabeza de cada una se observa un tocado similar al de la Señora de Cao, la gobernante mochica que se cree que dirigió el norte del Perú en el siglo IV d.C.
El muro presenta aproximadamente diez figuras humanas. Además de ser el muro principal de acceso al templo, fue un lugar altamente sagrado y podría tratarse de imágenes de mujeres con un rango importante en la sociedad moche.
“Aunque es muy difícil adelantar opiniones porque los relieves deforman la imagen, está claro que la mujer cumplió un rol importante en las ceremonias moches”, sostiene Ricardo Morales Gamarra, codirector del Proyecto Arqueológico Huacas de Moche.
El mar como divinidad
En la misma terraza que ocupa unos 1.600 m2 de la Huaca de la Luna, otros murales generan similar impacto. Si bien fueron descubiertos meses atrás, era la primera vez que un medio de comunicación [El Comercio] estaba frente a ellos. En los muros sur, este y oeste, en total 400 escaques [cuadros] están listos para asombrar al mundo.
Se trata de iconografía que representa olas marinas en blanco y negro, algunas de ellas con cabeza de ave. “El mar fue una deidad que ellos llamaron Mi”, recuerda Morales.
“La principal fuente de alimentación de los mochicas fue el mar”, añade Víctor Fernández Aznarán, uno de los principales conservadores del proyecto arqueológico.
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