Cada día en la cárcel de Chiclayo, ubicada en el distrito de Picsi, resulta insostenible para las autoridades penitenciarias, debido a que registra un hacinamiento de 300%, informó el ministro de Justicia, Gustavo Adrianzén Olaya, durante un recorrido por sus instalaciones.
El recinto debería albergar hasta mil internos, sin embargo tiene más de tres mil.
El titular de Justicia comprobó ayer el colapso en los pabellones de máxima seguridad, en los de reos comunes de varones y en las instalaciones destinadas a las mujeres.
Adrianzén precisó que en los pabellones de varones existen casi 3.100 reclusos. En tanto, en el de mujeres conviven 130 internas cuando no debería haber más de 50 personas.
Una de las principales preocupaciones es el riesgo de que los presos de la cárcel de Chiclayo se contagien de enfermedades como tuberculosis, debido al poco espacio del que disponen para cumplir sus condenas, señaló el ministro.
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