En Cuninico -en el distrito de Urarinas, provincia y departamento de Loreto- no solo preocupa el derrame de petróleo ocurrido el 30 de junio en el Tramo I del Oleoducto Norperuano, que ha afectado la tierra, el agua, a los animales y, por supuesto, a pobladores indígenas de la zona.
Un informe de “Panorama” da cuenta de menores de edad trabajando presuntamente como parte del personal de Petro-Perú, empresa estatal que administra el oleoducto, sumergiéndose en una zona del derrame para recoger el crudo con baldes.
Según los testimonios de dos jovencitos de 17 años, se metían desnudos y tenían contacto con el petróleo sin mayor protección. Además, refieren que no les dijeron nada por ser menores de edad y que la paga era de 80 soles.
“Yo ahí me botaba desnudo […] Toda la cabeza me ensuciaba”, dijo uno de los adolescentes, quien aseguró sí haber dicho a los funcionarios de Petro-Perú ser menor, pero igual lo contrataron.
“No entra ningún menor de edad. Podría ser que ha entrado alguien con un documento falsificado. Porque ahí se le verifica su documento de identidad”, respondió Víctor Mena, ingeniero industrial de Petro-Perú.
Cabe recordar que hace más de una semana, Petro-Perú aseguró, a través de un comunicado de prensa, que el derrame de petróleo no contaminó los ríos Cuninico y Marañón.
Según la Dirección Regional de Salud de Loreto, la fuga afectó a unas 500 familias del distrito de Urarinas. A estos pobladores la empresa les está llevando agua y víveres.
DATOS
Petro-Perú indicó que en 25 o 30 días se conocería cuántos barriles de petróleo se han derramado en Cuninico.
De acuerdo al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), se ha afectado aproximadamente cuatro kilómetros y medio.
El reportaje también alertó que la inmersión en petroleo puede ocasionar infecciones en los pulmones, hígado y riñones; hongos, zarpullido, alucinaciones y hasta convulsiones.