El colectivo Con mis Hijos no te Metas se movilizará hoy en varias ciudades del país para protestar contra la inclusión de lo que denomina “ideología de género” en el Currículo Nacional de Educación Básica del Ministerio de Educación.
La primera publicación de este c0lectivo en Facebook data del 5 de enero del 2017 y decía: “Cuanto más informados estemos, más sólidos estaremos en nuestra lucha”. El enemigo por vencer, de acuerdo con el manifiesto publicado en la misma red social, era la “imposición” mediante el sector educativo peruano de la denominada ‘ideología de género’, cuyo principal postulado –sostienen– “es que nuestra identidad es producto de una construcción social y cultural” y buscar así “desnaturalizar al ser humano”.
Sin embargo, según el vocero del movimiento, Christian Rosas, hijo del actual congresista y pastor evangélico Julio Rosas, la presentación oficial de este se dio el 25 de noviembre del 2016, luego de que se preparara la estructura y táctica del grupo “con bandera propia, colores propios, diseño estructural y estrategia a corto, mediano y largo plazo”.
►‘Con mis hijos no te metas’: colectivo instala carteles en puentes de la Vía Expresa
“Con mis Hijos no te Metas es el ‘makeover’ [‘cambio de imagen’, en inglés] de diferentes grupos pro familia que estaban vigentes en nuestro país desde antes, como la Coordinadora Nacional Pro Familia (Conapfam), que nació en el 2011 y se hizo notoria a través de las diferentes marchas contra la ordenanza LGTBI que pretendió aprobar [la ex alcaldesa de Lima] Susana Villarán, y que [además] preparó el terreno para que otros actores decidan tomar el paso consecuente de comprar un kit de revocatoria y así iniciar la lucha política en el Perú”, aclara Rosas a El Comercio.
Él, además, considera que el hecho determinante para “modificar la estrategia de lucha y relanzar al colectivo como un movimiento de masas” fue la aprobación de los decretos legislativos por parte del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, los cuales “introdujeron el género en el Estado Peruano” y cuya viabilidad se dio “únicamente por la otorgación de facultades que proporcionó el Congreso de mayoría fujimorista” en setiembre del 2016.
—Contra la “ideología”—
Más de dos años y medio después, en la misma cuenta de Facebook donde se gestaba públicamente esta proclama contra la ‘ideología de género’ –y que hoy tiene más de 223 mil seguidores–, se ha convocado una nueva marcha y “paro nacional” para el viernes 24 de mayo.
Será la tercera movilización de esta envergadura que organiza el colectivo: la primera se dio en marzo del 2017, donde según la Policía Nacional participaron más de 68 mil personas en todo el país; y la segunda en noviembre del año pasado, que se realizó en 74 ciudades del Perú y en localidades de Bolivia, Argentina y Paraguay.
En todas estas protestas, se reclamó en contra de la inclusión de esta ‘ideología’ en el enfoque de igualdad de género en el Currículo Nacional de Educación Básica que promueve el Ministerio de Educación (Minedu) en las aulas peruanas desde el 1 de enero del 2017.
Según el Minedu, el enfoque de género promueve una situación de igualdad real, donde “los derechos, deberes y oportunidades de las personas no dependen de su identidad de género, y por lo tanto, todos tienen las mismas condiciones y posibilidades para ejercer sus derechos, así como para ampliar sus capacidades y oportunidades de desarrollo personal, contribuyendo al desarrollo social y beneficiándose de sus resultados”.
Sin embargo, de acuerdo con Rosas, se busca adoctrinar a los escolares bajo un enfoque que “distorsiona la imagen humana (hombre y mujer) por conceptos de carácter ideológico que proponen una interpretación particular del ser humano”.
—¿Pugnas internas?—
Para Óscar Amat y León, sociólogo protestante y estudioso del recorrido de los grupos evangélicos en la política en el Perú y América Latina, lo que busca este movimiento a través de las marchas es atraer a “la gran masa evangélica” a partir de la desinformación con argumentos seudocientíficos referidos al género, al currículo escolar o a la supuesta ‘homosexualización’ de los menores.
El especialista explica que el primer peruano que llegó a la Liberty University fue, precisamente, Christian Rosas por idea de su padre. Esta casa de estudios ubicada en Virginia (Estados Unidos) tiene una orientación cristiana y conservadora. “Luego [de estudiar allí], fue enviado al Perú y casi en simultáneo se despliegan iniciativas similares [a Con mis Hijos no te Metas] en Argentina y Colombia, con distintos niveles de avance y de resistencias”.
Asimismo, dice Amat y León, el discurso de Con mis Hijos no te Metas ha variado: “Ya no solo hablan de marchar y movilizarse, sino de paros, de tomar la calle, utilizan otro lenguaje. Aun así, no han penetrado en la conciencia evangélica, están muy politizados para el gusto de la masa evangélica”.
En efecto, fuentes de El Comercio indican que existen ciertas pugnas entre Rosas y la otra cara visible del colectivo, la abogada Beatriz Mejía, quien preside el Instituto Educa Bien y forma parte de la llamada Alianza Ciudadana, un nuevo grupo que también se manifiesta en contra de la ‘ideología de género’.
La raíz de la discordancia entre ambos y otros miembros de Con mis Hijos no te Metas sería el giro político que se quiere dar al movimiento (es decir, la posibilidad de convertirlo en partido político) y la posible radicalización de las manifestaciones a futuro. Consultada al respecto, Mejía confirmó que le ha dicho a Rosas que el movimiento “no se puede convertir” en una plataforma política. Asimismo, precisó que Alianza Ciudadana no se encuentra bajo la estructura de Con mis Hijos no te Metas.
“¿Por qué formamos Alianza Ciudadana? Porque [con este nuevo grupo] se podían hacer actos cívicos que a las personas que están muy en el centro de Con mis Hijos no te Metas las iba a espantar. Por ejemplo, si les digo que vamos a denunciar, se ponen al margen”, explica sin dar más nombres.
En esa línea, Mejía refiere que su grupo contempla hacer una denuncia ante la Corte Penal Internacional por el delito de genocidio “contra todos los responsables” de imponer la ‘ideología de género’ en el Perú, entre los que estarían el presidente Martín Vizcarra, el ex mandatario Kuczynski y los ministros de Educación de ambas gestiones. “Genocidio no solo es asesinato, sino también afectar la integridad física o psicológica de un grupo humano. Y eso están haciendo con los millones de escolares del país”, dice.
Lo cierto es que, si bien Conapfam se encarga de la organización de las marchas, hay otros grupos y asociaciones que participan o han participado activamente bajo el eslogan de Con mis Hijos no te Metas. Entre ellos, Padres En Acción (que presentó una demanda de acción popular contra el enfoque de género en el currículo, la cual fue desestimada por la Corte Suprema en abril último); la asociación La Casa del Padre (este Diario pudo verificar que es titular del dominio web conmishijosnotemetas.pe); o la Coordinadora Nacional de Padres y Apafa del Perú (CNPAP).
El presidente de la CNPAP, Edgar Trejo, manifestó a El Comercio que, si bien han sido parte de las marchas de Con mis Hijos no te Metas, para la convocada este 24 de mayo se ha puesto a voto la participación del gremio. “Creemos que se está dando un activismo exagerado, donde se deja sin espacio a los padres de familia y las Apafa de los colegios públicos. No es necesario ser fundamentalistas”. Al cierre de esta edición, Trejo confirmó que sí participarían pese a la inicial desavenencia.
El brazo político
Por Jonathan Castro
El vínculo entre el movimiento Con mis Hijos no te Metas y algunos congresistas se gestó desde su fundación, en noviembre del 2016: Julio Rosas Huaranga (CP), Tamar Arimborgo, Glider Ushñahua y Federico Pariona (FP) subieron al estrado del templo principal de la iglesia Alianza Cristiana y Misionera para firmar la Declaración de Lima, documento con el que nace esta coalición.
Tres meses después, este movimiento sumó a dos legisladores: el ex pastor de la iglesia Agua Viva Juan Carlos Gonzales y Roberto Vieira. Ellos participaron en la presentación de un paquete de firmas en el Congreso para pedir la derogación del Decreto Legislativo 1323, que endurecía las penas contra los sentenciados por crímenes motivados por orientación sexual e identidad de género.
En adelante, los congresistas simpatizantes de esta causa han aumentado [ver infografía]. Su participación se ha dado tanto en marchas como en fiscalizaciones, intervenciones en debates parlamentarios e iniciativas legislativas. Sus principales cuestionamientos apuntan al Ministerio de Educación.
Milagros Salazar, presidenta de la comisión investigadora de los errores en los textos escolares, señala que su participación en estos eventos no obedece a ninguna coordinación, sino a una preocupación por el contenido impartido por este sector. Para ella, la principal preocupación de estos congresistas se centra en la implementación de la ‘ideología de género’ en el tema educativo.
Esta comisión tiene como origen las observaciones hechas al material de educación sobre temas de sexualidad que motivaron la interpelación a la ministra de Educación, Flor Pablo.
La agenda centrada en educación no es reciente. La implementación de un enfoque de género fue el tema por el que se cuestionó a los ex ministros Marilú Martens y Daniel Alfaro. El legislador Juan Carlos Gonzales cursó cartas a ambas gestiones, y a la de Idel Vexler, para que le informen sobre el proceso de eliminación del enfoque de igualdad de género en el currículo escolar, tras el fallo de primera instancia que suspendía su aplicación.
Para el congresista Alberto de Belaunde, opositor a este grupo, este sector ha logrado que Fuerza Popular adopte orgánicamente estas posiciones. En la agenda del Parlamento, se ha dejado de tomar en consideración proyectos legislativos que vayan en favor de garantizar los derechos de la población LGBTI.
Además, este sector ha logrado bloquear otras iniciativas que incluían referencias a la palabra ‘género’. El Congreso eliminó parcialmente los decretos legislativos emitidos por el gobierno de Kuczynski que señalaban el enfoque de igualdad de género en la policía, el Ministerio del Interior y el código de responsabilidad penal de adolescentes, y el que daba tratamiento especial a las poblaciones vulnerables por orientación sexual en los penales.
También, después de que el Congreso aprobó la Convención Interamericana para la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, Gonzales solicitó su reconsideración porque el documento incluía como principio la igualdad de género. Perdió y volvió a pedir una reconsideración.
Lea también...