El odontólogo Paul Olórtiga, viudo de la ex cantante de 'Corazón Serrano', Edita Guerrero, recuperó su libertad esta tarde luego de 74 días de prisión preventiva en el penal Río Seco, de Piura. Olórtiga está procesado por los presuntos delitos de asesinato, feminicidio y lesiones graves en contra de Edita Guerrero.
La audiencia de apelación que decidió, finalmente, la libertad de Paul Olórtiga, comenzó a las 9 a.m. y duró tres horas. El abogado David Panta Cueva, defensor de Olórtiga, dijo que los nuevos actos de investigación debilitaban la tesis inicial que permitió que se dicte 9 meses de prisión preventiva a su cliente.
Los nuevos actos de investigación que aportó Panta fueron la pericia de parte (que confirma que Edita Guerrero murió por aneurisma y no por golpes), los testimonios de Carlos Villegas (asesor funerario), la enfermera Aleyda Jaramillo y Eladia Neira, que coinciden en que solo vieron tres lesiones en la cara y labio izquierdo de Edita Guerrero.
Por su parte, el fiscal superior Ramiro Calle, alegó que Olórtiga debía seguir preso porque su defensa no había logrado desvirtuar las pruebas que lo habían llevado a la cárcel. Sin embargo, la Primera Sala de Apelaciones, encabezada por el juez Daniel Meza Hurtado, dijo que para otorgar el cese de prisión preventiva no era necesario desvirtuar o deslegitimar los presupuestos iniciales, sino solo restarles fuerza, debilitarlos.
“No se trata de invalidar la necropsia o de desvirtuarla. Basta con que se le quite gravedad e intensidad. Y eso ha ocurrido. En este estadio no estamos analizando el fondo de las cosas. Donde se va a analizar el fondo es en la etapa de juzgamiento. Por ahora se está haciendo decaer los presupuestos iniciales, con los nuevos testimonios, y por eso Olórtiga debe ser procesado en libertad. Se le varía la prisión preventiva por comparecencia restringida”, dijo el magistrado Jorge Ruiz Arias.
Asimismo, se le obligó a pagar una caución de S/. 25 mil, que la familia de Olórtiga pagó inmediatamente para que recupere su libertad. Olórtiga deberá someterse a reglas de conducta, como no ausentarse de la ciudad, firmar el libro del Poder Judicial cada 30 días, evitar el diálogo con los testigos o familiares, entre otras.