Ha transcurrido más de un año desde que el Qhapaq Ñan fuera declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Sin embargo, el Camino Inca del norte peruano aún no cuenta con un plan de manejo que garantice su sostenibilidad en el tiempo.
Durante un recorrido que realizó El Comercio en el interior del principal complejo arqueológico de este tramo, el Aypate, en la provincia de Ayabaca, se comprobó la vulnerabilidad de las ruinas incas durante la visita de los turistas.
A pesar de que existe una zona de acceso, niños y adultos escalan los monumentos para poder llegar en menor tiempo a otro sector del complejo o para captar una buena fotografía. En otros casos utilizan los soportes de protección de las ruinas, que instaló el Ministerio de Cultura, sin que nadie les diga nada.
Una vocera de la citada institución indicó que la falta de guías al interior del complejo inca hace imposible la adecuada vigilancia de los visitantes. Solo cuatro profesionales, entre arqueólogos, antropólogos y conservadores, se encargan de preservar este monumento inca.
“No hay un manejo sostenible porque no hay guías. Hay sobrecarga de visitas, sobre todo en feriado largo. Es necesario que los gobiernos locales se involucren para trabajar en dos componentes: conservador y sociológico”, dijo la vocera.
ELABORAN PLAN DE MANEJO
El director del proyecto de investigación arqueológica Aypate, César Astuhuamán, señaló que en diciembre recién se presentará ante el Ministerio de Cultura el plan de manejo del complejo inca. Este permitirá generar un proceso de desarrollo sostenible.
“Estamos en la fase de gestión del monumento. Esta etapa es la más complicada porque se busca la intervención de los gobiernos locales. Posteriormente, plantearemos lineamientos de investigación, adecuación de infraestructura y conservación”, indicó.
Paralelamente –según Astuhuamán– urge que se construyan los accesos desde Ayabaca hacia Aypate, así como un centro de atención a los visitantes que incluya servicios higiénicos, restaurante y la edificación de un museo de sitio.
Para la especialista en gestión de Patrimonio Cultural de la Universidad de Piura (UDEP), Diana Aguirre, los riesgos que presenta el complejo arqueológico se podrían reducir con la integración de autoridades.
“Debe existir una corresponsabilidad del patrimonio. Las autoridades deben organizarse para promover un turismo local, de manera integral”, explicó.
PERIODO DE LLUVIAS
Astuhuamán informó que al interior del complejo arqueológico Aypate existen tres puntos vulnerables ante la temporada de lluvias: la zona monumental, el ushno y el acllawasi.
Para evitar posibles daños en dichos puntos es necesario realizar trabajos de prevención como la instalación de techumbres, canaletas, señalización de zonas expuestas y la limpieza de la plaza principal. Para ello se requiere un presupuesto de S/. 200 mil.
Al respecto, el director regional de Cultura, Marco Garrido, dijo que debido a que el complejo inca depende directamente del Qhapaq Ñan, solo destinarán un presupuesto mínimo para labores de reforzamiento.
Hasta la fecha, el Ministerio de Cultura no ha designado dinero para labores de prevención. Solo manejan un presupuesto en caso de emergencia.
La escasa seguridad al interior del Complejo Arqueológico de Aypate ha originado que los visitantes vulneren algunas áreas reservadas debido a la falta de un plan de manejo que garantice la conservación de este monumento inca.