Un paro de 48 horas es acatado por moradores de las ciudades de Juliaca y Puno en contra del internamiento de delincuentes de alta peligrosidad procedentes de diferentes regiones del país en los establecimientos penitenciarios del departamento de Puno.
Para la población, esa situación genera gran inseguridad social. Ponen como ejemplo el caso del asesinato de tres personas a mano de sicarios hace dos semanas en una pollería y en una cabina de internet. Una de las víctimas del atraco fue una vendedora.
La medida de protesta es acatada con contundencia en Juliaca, donde piquetes de protestantes atacaron hasta el momento unos 14 locales nocturnos y quemaron sus enseres, acusándolos de ser guaridas de los delincuentes. Reclaman que son espacios en los que se presentan continuos asaltos y crímenes.
Además, fueron bloqueadas las cuatro vías de ingreso y salida a esa localidad, perjudicando el tránsito de vehículos procedentes de regiones vecinas como Arequipa y Cusco con destino a la ciudad de Puno y a la frontera con Bolivia.
Asimismo, grupos de pobladores prendieron fogatas en el exterior del establecimiento penitenciario de Juliaca, situado en la urbanización La Capilla.
En la ciudad de Puno
Al igual que en Juliaca, pobladores del cono norte de la ciudad de Puno, donde está situado un establecimiento carcelario, acatan también el paro de 48 horas. Los vecinos de esta ciudad bloquearon la pista que une Puno y Juliaca.
Los viajeros y turistas son los principales perjudicados, pues decenas de vehículos permanecen varados en las carreteras debido al bloqueo.
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#Puno: policía fue grabada por un niño cuando pedía coima https://t.co/SyWxfzeFs9 pic.twitter.com/E8Jzv46SrM
— Sociedad El Comercio (@sociedad_ECpe) 2 de noviembre de 2016
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