Alberto Fujimori retornó ayer a la sede de la Diroes en Ate, donde cumple prisión por los casos La Cantuta y Barrios Altos. El ex presidente abandonó la clínica de Pueblo Libre a la que había sido trasladado hace una semana a causa de una taquicardia y arritmia.
Fue el propio Fujimori el que, a través de su cuenta en Twitter, informó de su retorno a prisión.
“Regrese ayer a mi prisión de Barbadillo después de gran susto por riesgo de infarto. Mil gracias por solidaridad de amigos de todo el Perú”, señaló en uno de sus mensajes.
En otros, Fujimori expresó, a modo de queja, que tras este nuevo problema de salud presentado la semana pasada requería -por la gravedad debida- una evacuación inmediata. En esa línea, lamentó que la Dirección de Seguridad de Penales (Dirsepen) no lo haya trasladado en una unidad policial “que estaba a la mano”.
“A pesar de la demora, pude llegar a Unidad de Cuidados Intensivos. No era mi hora todavía, pero un retraso así podría generar un desenlace fatal”, advirtió.
Asimismo, apuntó que en exámenes que no son de emergencia, su traslado en ambulancia a la clínica en la que se atiende demora dos horas. “En eso no hay problema”, aseguró.
Alberto Fujimori tuvo un nuevo problema de salud en medio de la discusión pública respecto a su situación carcelaria. Su hija, la ex candidata presidencial Keiko Fujimori, ha anunciado la presentación de lo que ha denominado el “hábeas corpus de la libertad”. En tanto, desde el Gobierno se mantiene la posición de no otorgar el indulto al ex mandatario.