Ana Teresa Revilla dejó de ser ministra de Justicia hoy jueves, después de cuatro meses y diez días al frente de la cartera. Su salida es el tercer eslabón de una cadena de puestos vacíos que ha dejado la noticia de que la constructora brasileña Odebrecht demandó al Estado por los US$1.200 millones que –según sus cálculos– invirtió en el Gasoducto Sur Peruano. Antes, tuvieron que dejar sus cargos el ministro de Energía y Minas, Juan Carlos Liu, y el procurador ad hoc para el Caso Lava Jato, Jorge Ramírez.
Con esto, Revilla se convierte en la quinta ministra caída del gabinete de Vicente Zeballos, instalado el 3 de octubre del año pasado, luego del cierre del Congreso. Pero aunque cuatro meses y diez días es un tiempo corto (el promedio de permanencia de los ministros de Martín Vizcarra es de poco más de siete meses), Revilla se las ingenió para tener en ese periodo varias veces los reflectores encima. Este es un recuento de su paso por la cartera de Justicia.
–"Si el presidente viajaba..."–
En noviembre, Revilla le dio una entrevista a El Comercio en la que habló sobre la todavía vicepresidenta Mercedes Araoz. Pasado el Congreso, la exministra aclaró que la renuncia previamente presentada por Araoz no había sido válida porque no había Congreso que se le acepte. Además, dijo que esa era la respuesta oficial que había dado su cartera a la consulta de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM).
“La segunda vicepresidenta tiene que presentar su renuncia ante el presidente del Congreso y eso no había ocurrido. Entonces, no se le había aceptado formalmente la renuncia”, explicó Revilla. Esto significaba que Araoz –con quien Vizcarra mantenía un público distanciamiento y que había jurado como ‘presidenta encargada’ tras la disolución del Parlamento– quedaría a cargo del gobierno si el presidente viajaba.
“Es mejor que el presidente no viaje al exterior, el presidente tiene que ocuparse por los temas internos y es lo que él ha mencionado”, agregó Revilla, aludiendo a que tampoco había Congreso para aprobar los viajes oficiales de Vizcarra.
–"Estoy en pleno momento de Navidad"–
Luego, en la Nochebuena del 24 de diciembre del año pasado, vino un error político grave. A su salida de una misa en la Catedral de Lima, Revilla fue consultada por las cámaras de Canal N sobre si el gobierno estaba intentando cubrir con cortinas de humo el feminicidio de Jesica Tejeda en El Agustino. Este crimen era especialmente doloroso pues la policía no había acudido a ayudar a la víctima, pese a que había una comisaría a pocos metros de distancia.
Sin embargo, la exministra sonrió ante la pregunta, mientras buscaba cómo librarse de las cámaras. Y luego, al no poder hacerlo, respondió: “Ay, lamento fastidiarlo pero en este momento estoy en pleno momento de Navidad. Lamentablemente, en este momento no”. La respuesta se viralizó instantáneamente por su alta carga de indiferencia. Durante algunos días, se especuló que Revilla sería removida del cargo.
–"Yo tampoco respaldo mis declaraciones"–
Pero Revilla se mantuvo. El primer ministro Vicente Zeballos dijo que estaba “en constante evaluación” pero que no se le pediría la renunciar. Días antes, la ahora exministra había hecho un público acto de contricción por sus palabras. En entrevista con El Comercio, había asegurado que su respuesta se debió a que se encontraba “en una situación de susto” y a no tener la suficiente “experiencia política”.
“Una cosa es cuando uno habla y otra lo que uno escucha. Son dos personas las que intervienen en un diálogo. Cuando una persona está en ese momento en otro tema, además está impresionada por las luces... Estaba caminando y de repente me abordan, y te asusta. Una situación así es de susto. Estás en el Centro de Lima y hay un grupo de gente que te rodea. Tú no escuchas”, afirmó Revilla.
Horas antes de esa entrevista, el presidente Vizcarra había dicho que no respaldaba sus declaraciones. “Yo tampoco respaldo mis declaraciones. Esas declaraciones son desafortunadas. Pero estoy explicando ahora por qué se dieron”, aseguró la ministra, sin esbozar ni el más mínimo atisbo de sonrisa. Luego agregó: “Él [Vizcarra] tiene que evaluar si vale la pena que siga o que no”. En ese momento, el presidente evaluó que debía continuar.
–La reunión por el arbitraje–
El último episodio de Revilla al frente de la cartera de Justicia sí ha terminado con su renuncia. Luego de que se conociera que Odebrecht demandó al Estado el gasoducto, Revilla dijo públicamente: “Nosotros estamos indignados" por la demanda.
Días después, sin embargo, el exministro Liu dijo en una entrevista con Gestión que se había reunido con ejecutivos de Odebrecht y que en esa reunión había estado Ramírez. Esta declaración acarreó la salida de ex procurador ad hoc.
Pero hubo más. Hoy El Comercio reveló una carta enviada por Ramírez al Consejo de Defensa Jurídica del Estado –en el que el Ministerio de Justicia tiene un representante– en la que informaba de la reunión que tendría con Odebrecht y Liu. Es decir, formalmente el ministerio que presidía Revilla tenía conocimiento de la reunión.
E informalmente también, según Ramírez. El ex procurador ad hoc reveló al portal Convoca que quien gestionó la reunión con Liu y Odebrecht fue Revilla. Liu había detallado a “Gestión” lo mismo. “El procurador quería hablar conmigo y fue la propia ministra [de Justicia] la que nos puso en contacto”, indicó. Todo esto ha derivado finalmente en su salida.