El Congreso llegó -una vez más- tarde a la jugada, cuando convocó a un pleno para el lunes 4 de abril. La Junta de Portavoces, como pocas veces, se había reunido un domingo para incluir en la agenda del pleno dos proyectos de ley referidos al Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a los combustibles y así poder dar una salida a la crisis política que afronta el país por el accionar errático del gobierno. No contaban con, ese mismo domingo, el Ejecutivo los adelantó y emitió una norma similar.