Ya concluyó la cuarentena o del periodo de confinamiento obligatorio por la pandemia del coronavirus en Lima y otras regiones del país. Desde el Congreso de la República, más de mil trabajadores de planta y personal de confianza esperan la orden para retomar a sus labores presenciales, pero el regreso será lento y gradual, y bajo la denominada “nueva normalidad”.
Las sesiones del pleno del Congreso y de las comisiones continuarán realizándose de manera virtual a través de la plataforma Microsoft Teams, por acuerdo de la Mesa Directiva, informó el segundo vicepresidente del Parlamento, Guillermo Aliaga (Somos Perú).
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En la última reunión de la Mesa Directiva se acordó mantener esa modalidad “sin una fecha tentativa de fin, para evitar contagios”. Aliaga añadió que el área de Recursos Humanos del Congreso ya solicitó un reporte de los trabajadores parlamentarios con enfermedades preexistentes, para no incluirlos en la lista de personal que poco a poco volverá a las instalaciones parlamentarias.
A pesar de que las sesiones se mantendrán de manera virtual, el personal de Oficialía Mayor, Dirección General Parlamentaria, Departamentos de Relatoría y Dirección de la Administración del Congreso trabajará de manera presencial, como ya lo viene haciendo, precisó el secretario general del sindicato de trabajadores del Parlamento, Tulio Vizcarra.
Medidas de protección
El dirigente añadió que se realizarán pruebas de descarte del COVID-19, se establecerán horarios de trabajo de mañana y tarde para descongestionar las oficinas parlamentarias y se entregarán equipos de protección personal para evitar contagios. Aun así, dijo que se priorizará la modalidad de trabajo remoto.
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En tanto, los despachos de los congresistas solo abrirán cuando sea muy necesario. El legislador Alberto de Belaunde (Partido Morado) comentó que intentará mantener el trabajo de su despacho de manera virtual.
“Mi preocupación es que mi equipo esté bien y protegido. […] Deberíamos seguir trabajando de manera virtual en las próximas semanas”, dijo a El Comercio.
En abril pasado, durante sus primeras tres semanas de funciones, los congresistas se resistieron a suspender actividades, pero algunos de ellos se contagiaron de coronavirus, como Leslye Lazo (Acción Popular), Fernando Meléndez (Alianza para el Progreso) y Felipe Castillo (Podemos).
Incluso, el 8 de abril se tenía todo listo para la instalación de las comisiones ordinarias, pero un mensaje de último momento del presidente del Congreso, Manuel Merino, anunció la suspensión de todo lo programado porque un trabajador dio positivo al COVID-19.
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Las primeras comisiones que se instalaron de manera virtual fueron la de seguimiento a la emergencia del COVID-19 y la Comisión de Economía, ambas el viernes 17 de abril. Aún así, hasta este mes (junio), la cifra de parlamentarios que contrajeron el virus llegó a 12.
Avances y dificultades
El área de tecnología del Congreso incrementó su carga laboral cuando hubo que adaptarse al trabajo remoto. Se instaló la plataforma Microsoft Teams para las sesiones del pleno, se abrió la ventanilla virtual (que funciona como una mesa de partes) y se implementaron lectores de DNI electrónico para que los congresistas realicen sus firmas digitales en acuerdos y dictámenes.
El congresista Aliaga recordó que cuando llegó al Parlamento “no había nada implementado para hacer teletrabajo, ni sistemas operativos ni plataformas digitales. Vimos las falencias y estas han tenido que ser sobrellevadas”.
En medio del estado de emergencia se realizó la última sesión del pleno presencial el pasado 3 de abril. En esta el Congreso aprobó la norma que permitió el retiro del 25% de los fondos de las AFP. Luego se dio pase a las sesiones virtuales. La primera se realizó el pasado jueves 7 de mayo y a la fecha van ocho con la misma modalidad.
Aliaga explicó que la modalidad virtual provoca que la recolección de firmas de los congresistas en los acuerdos y dictámenes tomen más tiempo. “Es un problema de índole práctico. Me han explicado que antes todos los congresistas firmaban en el acto y con eso se procesaban los dictámenes de manera rápida. Ahora un mismo documento tiene que pasar de congresista en congresista para la firma virtual, y eso hace que a veces el trámite demore un poco más”, dijo.
De Belaunde, quien estuvo en el periodo del Congreso disuelto, dio cuenta de un problema de fondo: no interactuar cara a cara con colegas de otras bancadas en las instalaciones del Congreso impide que se creen lazos personales y se encuentran puntos en común.
“El Congreso como espacio físico de trabajo resulta importante para establecer diálogos entre bancadas y tener más relaciones de confianza con los colegas. Cuando asistes de manera presencial, conversas con otros congresistas en los pasillos o las salas, antes de que se inicien las sesiones. En esas conversaciones encuentras puntos en común en temas en el que creías que no lo había. El problema con las sesiones virtuales es que no hay ese espacio para establecer relaciones personales, que son importantes en un órgano colectivo como el Congreso de la República, sobre todo en uno donde hay tantas bancadas y es necesario que haya un clima que favorezca el consenso”, dijo.
Aún así, De Belaunde precisó que está a favor de mantener las sesiones virtuales. Detalló que usa las aplicaciones Google Hangouts (para las reuniones con el personal de su despacho), Zoom (para las reuniones de bancada y colectivos ciudadanos) y Monday (para la administración de las tareas parlamentarias).
Pese a la pandemia, “el Congreso no paró”, explicó Tulio Vizcarra. “Ahora el retorno será progresivo, pero previamente se debe cumplir con el protocolo. No pueden volver personas vulnerables ni adultos mayores”, explicó. Y los que vuelvan deberán adaptarse a la “nueva normalidad”.
Actualización
Horas después de la publicación de esta nota, trabajadores del Parlamento reportaron a este Diario que recibieron el siguiente comunicado del área de Recursos Humanos del Congreso.
Fuentes parlamentarias resaltaron que personal de seguridad, limpieza, técnicos y camarógrafos del canal del Congreso también acuden de manera presencial a las instalaciones del Parlamento.
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