Juan Daniel Pérez Guerra, sobrino de la congresista de Alianza Para el Progreso (APP) Rosio Torres asumió la responsabilidad de los depósitos de dinero que recibió de parte de trabajadores del despacho de la parlamentaria y aseguró que estos pagos se hicieron porque tenía vínculos “personales y políticos” con ellos.
“Quiero pedir disculpas pública a la señora congresista Rosio Torres Salinas por haber abusado de esa confianza y haberme excedido con los trabajadores. Lo he hecho por cuenta propia y bajo mi responsabilidad”, aseveró.
De manera virtual y durante la sesión del lunes 5 de junio en la que la Comisión de Ética revisó el caso de Torres, Pérez señaló que todas las entregas de dinero tuvieron como destinatario final su persona y no las cuentas de la parlamentaria de APP.
“Mi relación con los trabajadores respecto a temas personales y de carácter político en el sentido que tienen conocimiento que mi persona también es política y debido a ello he tenido esas relaciones y ellos han accedido a mí”, señaló.
El sobrino de Rosio Torres rechazó recordar el monto exacto del dinero que recibió, y negó que los trabajadores parlamentarios que realizaron los depósitos hayan sido afectados.
Específicamente, dijo que recibió aportes para fundar el movimiento regional Rescatemos Loreto de manos de Cecilia del Pilar Salazar Matos y César Macedo Von Bancels. Mientras tanto, dijo que los depósitos que recibió de Jesús Sierra, Abigail García, Nataly Rubio y Robert Vela fueron préstamos personales.
“Desconozco el monto exacto. El destino final era mi persona de carácter personal en cuanto a préstamos y de carácter político para la formación del movimiento regional Rescatemos Loreto”, aseguró.
Rosio Torres, quien también participó horas antes en la sesión, rechazó haber tenido participación alguna en los recortes de sueldos y también negó haber tenido conocimiento de los reiterados ingresos de Juan Pérez Guerra, a su despacho.
Tanto ella como su sobrino coincidieron en señalar que ella no sabía de las visitas que su sobrino hacía a sus oficinas. Torres aseguró que las personas que recibieron a Juan Pérez en su despacho fueron Jesús Sierra Tapia y Nataly Rubio y que no conversaba con ellos sobre el motivo de estas reiteradas visitas.
“Los que autorizan ingresos a mi oficina son mi asesor principal y mi asistenta, en este caso la señorita Nataly”, manifestó luego de reiterar que su sobrino acudía porque tenía vínculos amicales y políticos con los trabajadores.
Ella es parte del listado de nueve congresistas investigados por los delitos que involucra el exigir pagos a trabajadores de sus despachos, que ha sido denominado como recorte de sueldos y que también han motivado indagaciones en el Ministerio Público.